El próximo 1 de agosto se celebra el Cádiz Fight Night 2, un evento de Muay Thai que tendrá lugar en el estadio Ramón de Carranza, y que ha sido bautizado como “el templo cadista”. Esa noche, Carlos Coello se enfrenta a Rolland por el Campeonato Mundial WBC, y donde Desirée Rovira se medirá a Elisabetta Solinas con el Campeonato Internacional WBC de Muay Thai en juego.
Pero no serán los únicos combates de la velada. Uno de ellos lo protagonizará el chiclanero Sandro Martín, que se enfrentará a Gonzalo Tébar en una super fight.
No será la primera vez que se vean en un ring, ya que pelearon en el año 2016 y el luchador gaditano venció a los puntos, aunque la decisión de los jueces fue discutida.
Sandro comenzó en el Muay Thai “gracias a un familiar y al principio lo practicaba para hacer deporte y aprender algo de defensa”.
Es uno de los mejores luchadores españoles en la categoría de 55 kilos y tiene la condición de multicampeón nacional (WBC, IFMA e ISKA) y pertenece a la Escuela Camp Muay de Sevilla.
Afirma que “estoy preparando el combate como hago siempre, dándolo todo, trabajando duro con el objetivo de salir a por la victoria”.
Conoce a su rival, y aunque “hace mucho tiempo desde que nos enfrentamos la última vez”, Sandro reconoce que “es un peleador al que admiro mucho y tiene un gran palmarés. Cada pelea que hace da espectáculo”.
Piensa en el día a día y de momento no tiene otra cabeza en la que cabeza que el combate del 1 de agosto. “Ahora mismo el único proyecto que tengo en mente es salir el día 1 de agosto a darlo todo y salir con la victoria. Como dice el Cholo hay que ir partido a partido”.
Al igual que para Carlos Coello y para Desirée Rovira, la oportunidad para un gaditano de poder pelear en el Ramón de Carranza “es un privilegio”, y es algo por lo que “me siento muy agradecido”.
Intenta en estos días “tener la mente ocupada y no pensar en el combate todo el tiempo”, algo en lo que le ha ayudado su psicólogo deportivo, como así reconoce.
Aunque a pesar de dicha preparación psicológica, afirma que no tiene nervios, pero “si tengo ganas de poner en práctica mi trabajo, porque al final cuando haces lo que practicas cada día, lo haces con ganas”.
No es una persona de manías, simplemente se concentra e intenta darlo todo, aunque antes de cada pelea “no puede faltarme mi grito de guerra”.
Para Sandro, al igual que para Desirée, Carlos Coello es un “referente”.
“Ahora mismo es de lo mejor que hay en España, poca gente tiene su ranking o hace lo que él está haciendo. Se fue a Tailandia a cumplir su sueño y ahí lo está haciendo. Me gustaría que algún día mi nombre pesara tanto como el suyo. Es un gran luchador y lo admiro muchísimo y como persona también es muy grande y para cualquier persona que se dedique a esto es un gran ejemplo”, destaca.
Tiene claro que le gustaría dedicarse al Muay Thai de por vida. “Si disfrutas con algo, intentas luchar por ello y de alguna forma u otra poder vivir humildemente de ello. En España es algo complicado, pero estamos luchando cada día. Dando todo al 100% y espero poder labrarme un futuro y crear un camino para poder llegar lo más lejos posible, sin dejar de disfrutarlo”.
Sandro Martín tiene el próximo 1 de agosto la oportunidad de seguir afianzándose en el mundo del Muay Thai, el negocio no es sencillo, pero contará con el apoyo de los gaditanos en Carranza.
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