No hay quien pueda con la sevillana del barrio trianero del Tardón. No se trata de Susana Díaz, ni mucho menos. No es política, es populismo. Los líderes políticos se han creído que con el culebrón de la formación del nuevo gobierno español - sin olvidar los tiras y aflojas por los tripartitos de la Murcia y de la Comunidad de Madrid - iban a sobrepasar el interés por sus devaneos y trifulcas, acuerdos y , sobre todo, desacuerdos al huracán televisivo de Isabel Pantoja en la cadena de los realitys. Es un espectáculo social que puede responder a la necesidad de distracción, al morbo que provoca la exposición pública de la vida privada - una experiencia única de vouyerismo masivo- o la atracción que provoca una mujer, una estrella de la copla y la canción, que ha pasado de la cima de la fama a la prisión y de ahí a reinventarse hasta convertirse en un fenómeno de masas.
Hacienda podrá cobrar, que es lo verdaderamente importante, y Telecinco ha conseguido elevar su cuota de pantalla a niveles impensables para las demás cadenas nacionales y regionales. De estas últimas, Canal Sur parecía una causa perdida, hasta que los políticos nombrados por el exigente parlamento andaluz derrochen su experiencia -que es ninguna- y salven “la nuestra” o “la de ellos” (según quién hable). Han entrado en los diferentes consejos y con seguridad operarán el milagro. El “Pantojazo“ es de otra galaxia, ha logrado más de cuatro millones de espectadores, tanto que el escritor y periodista Jesus Ruiz Mantilla le ha plantado a la cantante una crónica laudatoria que para sí quisieran Rivera, Casado, Sánchez, Abascal o Iglesias. Sólo le dedicarían una parecida a Íñigo Errejón porque, como Isabel Pantoja, ha sufrido martirio, sacrificio e inmolación en forma de dimisión. Lo hizo Pedro Sánchez y hoy es presidente del gobierno, aunque en funciones.
La situación de incertidumbre en la formación de gobierno y la posibilidad de nuevas elecciones le ha hecho decir a Errejón unas frases que anuncian sus intenciones: “Hay claramente sitio para otra fuerza progresista no sectaria”, “No descarto nada...”, “Podemos ha mutado hasta ocupar el lugar tradicional de IU”. Todas anuncian que quiere saltar al ruedo nacional a la menor oportunidad, lo que haría más complejo el panorama electoral. No se olvide que que en Madrid ha sobrepasado, en mucho, a Podemos con la marca Más Madrid.
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