La Taberna de los Sabios

No sea inocente, lo saben todo de usted

Lo saben todo de usted. Todo. No sea inocente, por favor. Nada, ya, es privado, nada es confidencial. Los sistemas digitales lo controlan por completo

Publicado: 23/01/2019 ·
09:39
· Actualizado: 23/01/2019 · 09:39
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Autor

Manuel Pimentel

El autor del blog, Manuel Pimentel, es editor y escritor. Ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales

La Taberna de los Sabios

En tiempos de vértigo, los sabios de la taberna apuran su copa porque saben que pese a todo, merece la pena vivir

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Lo saben todo de usted. Todo. No sea inocente, por favor. Nada, ya, es privado, nada es confidencial. Los sistemas digitales lo controlan por completo, dese por espiado las 24 horas del día. Hace tiempo que su vida no guarda secreto alguno. Lo saben todo, todo, y alguien podrá utilizarlo cuando más daño pueda hacerle. Piensa que nunca puede pasarle a usted, que eso sólo le ocurre a los políticos y gentes del poder, pero se equivoca. Le puede pasar a cualquiera y en cualquier momento.

Y lo saben todo. Todo. Con quién habla, dónde come, dónde duerme, dónde trabaja, qué dinero gana, que dinero gasta, cómo lo gasta, con quién lo hace. Conocen sus cuentas con Hacienda, con la Seguridad Social, sus deudas, su vida laboral, su historial de salud, el estado de sus cuentas corrientes en bancos, los gastos de su tarjeta. Saben quiénes son sus amigos, a qué fiestas asiste, cuáles son sus aficiones. Conocen mejor a su mujer, o a su marido, que usted mismo. Saben qué páginas web usted visita y a cuáles entran sus familiares y amigos. Y usted, inocente, hace como el que no se lo cree.

Se pregunta, ¿cómo es posible que tengan tantos datos de mí? Primero, porque usted mismo, con su promiscuidad en Twitter, Facebook, Linkedin, Instagram, WhatsApp, Pinterest y otras redes sociales, se lo cuenta todo, todo. Y no digamos nada si también está en Tinder y similares. Entonces también lo sabrán todo de sus citas y sus ligues, información muy enjundiosa siempre, a la hora de extorsionar. Por eso, también les interesa mucho. Usted ceba de datos al Leviatán que un día le devorará. Pero, a pesar de saberlo, continúa desnudándose a diario ante esas redes amables y sonrientes que, en verdad, ocultan a un espía frío y desalmado.

También lo saben todo de usted porque administraciones – Hacienda, Seguridad Social, salud, educación –poseen sus datos informatizados. Las empresas – compañías telefónicas, de internet, portales de viajes y muchas más – también se relacionan a través de un interfaz digital, no digamos ya Google, Amazon o Wallapop. O sea, que su vida se encuentra vaciada por completo, voluntaria o involuntariamente, en el universo digital al que accede a través de una simple pantalla. Se tranquiliza pensado que la confidencialidad de sus datos está garantizada por ley. No sea inocente, por favor. Ninguno de sus datos es confidencial, siempre alguien llegará hasta ellos. Ya conoce el escándalo de la venta de datos de Facebook a CambrigdeAnalitics. Y eso sólo es la punta del iceberg. Los servicios de seguridad de un país, o sea, los espías, tienen acceso a todos ellos. Y siempre existirán Villarejos de turno que consigan meter sus narices hasta en el mismo horno de la abuela. O enemigos políticos, o gobiernos controladores, o justicia injusta, o chinos expansionistas o hackers mercenarios. Sus datos siempre, ya, estarán ahí para quién sepa usarlos. Y no existe el derecho al perdón ni al olvido. El monstruo digital tiene una memoria infinita y nunca olvida nada, nada, por insignificante que pudiera parecer. Antes se decía que todos escondíamos un muerto en el armario. Ahora, ya, ni eso. Su muerto siempre estará a la vista de quien sepa ver.

Debería preocuparse, y mucho. Pero, por si le sirve de consuelo, así estamos todos, usted, yo y el vecino del quinto. Alimentamos con la sangre de nuestros datos al monstruo digital que nos devorará. Ese monstruo, a día de hoy, es tonto, en cuanto precisa de la acción humana. Dentro de unos años, ¿quince? ¿Treinta? ¿Cincuenta?, ya será inteligente. La Inteligencia Artificial está a las puertas y entonces, el Leviatán será un millón de veces más inteligentes que el más listo de nosotros. Prepárese, nada podrá ya hacer contra él.

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