Podría verse como un experimento didáctico o como el uso de las nuevas tecnologías para facilitar el estudio pero el caso es que se trata de un proyecto de innovación docente que lleva sello gaditano.
Germán Domínguez Vías, que fue profesor de la Universidad de Cádiz desde 2008 con una beca de excelencia de la Junta de Andalucía, es la cabeza pensante del uso de la Realidad Aumentada en la docencia. Una Realidad Aumentada que no es realidad virtual. Como ejemplo para entenderlo hay que recordar aquellas noticias que aparecieron con el Efecto Pokemon Go, donde muchos jóvenes iban por las calles de las ciudades buscando Pokemon. Eso era Realidad Aumentada. Como ejemplo, Germán Domínguez explicaba que “se trata de una serie de tecnologías que intentan enlazar siempre un elemento virtual sobre un entorno real físico, nuestra propia naturaleza. Lo que haces es enfocar con la cámara de tu dispositivo y te aparece el elemento virtual fusionado con el mundo real. No es realidad virtual. En la realidad virtual, la persona está aislada por las gafas, en la Realidad Aumentada, no. Es un subtipo de realidad mixta que combina el entorno real con un elemento virtual. Combina, superpone o complementa el mundo real con el virtual”.
Una realidad que se ha trasladado a las aulas de Fisiología Humana I y II del Grado de Medicina, así como se ha formado a profesores de otras licenciaturas que pueden verse beneficiados con este proyecto innovador montado por este profesor gaditano. Para ello ha contado con Manuel Carrasco, Federico Portillo, David González y José Vallo, todos ellos profesores de la UCA.
Germán Domínguez – especializado en neurodegeneración y que ha trabajado con el doctor Bernardo Moreno, referente en el estudio de la ELA- explicaba en el seno del congreso esta técnica, que “es la primera vez que se realiza”. Es una tecnología muy emergente. El título del proyecto se basa en un proyecto Innova de la UCA que ha dado “muy buenos resultados y decidimos mandarlo, vista la calidad de los resultados por parte de los alumnos”, añadía el profesor universitario. El proyecto que ha recibido el premio llevaba por título ‘Realidad aumentada en Fisiología, una visión más real dentro de la virtualidad’.
Dicho proyecto se realizó en Medicina de la UCA en el curso 2017-2018. Los alumnos de Fisiología en lugar de cazar Pokemon se dedicaban a ver estructuras del cuerpo que salen del propio cuerpo.
Las ventajas
Entre las ventajas de poder usar la Realidad Aumentada es que es “una interacción en tiempo real: tal como enfocas, aparece. En las carreras de Humanidades hacen recreaciones, en los museos, en el Arco del Triunfo, enfocas y se ven las tropas”. Sin embargo en carreras como en Medicina sigue “siendo una gran desconocida. Sólo Sevilla es la pionera y referente a nivel nacional que ha impulsado la tecnología en la ciencia. Por lo que apenas si hay herramientas de entrenamiento para formarse”.
Para Germán Domínguez surge esta idea porque “hay conceptos en la docencia tradicional, de pizarra y retroproyector difícil de explicar y de que lo entiendan los alumnos”. Como ejemplo puso que al explicar el corazón, e incluir conceptos como electrocardiograma, que el corazón tiene un eje eléctrico, pero que, en condiciones patológicas, ese eje cambia o los cambios que puede tener el corazón de una persona obesa o de una persona sana son muy difíciles de visualizar.
Para el profesor galardonado, el mejor ejemplo “es enseñárselo”. Estas generaciones están hechas al móvil “y gracias a los smartphones y la Realidad Aumentada se ofrece a los profesores una potente herramienta que potencia el trabajo docente, pero nunca va a sustituir a la tradicional, Simplemente refuerza, aclara, puntualiza”.
Se trata de una Realidad Aumentada que va directa al grano para llegar a los conceptos que son difíciles de explicar. Para el alumnado ofrece motivación, se divierte y posibilita el recuerdo. Una imagen y algo que impacta se recuerda más que lo leído. “Se aprende a base de recuerdo”, concreta el profesor.
Toda la información que se maneja está vinculada en códigos y eso posibilita que se pueda recrear en cualquier parte del mundo. Otra ventaja de la Realidad Aumentada es que puedes integrar vídeos, audios, en un papel. Para aclarar más el proyecto, Germán Domínguez asegura que “en la facultad lo hemos hecho sobre personas, donde a través de una camiseta o sobre el papel se ve en el lugar correspondiente los pulmones, el corazón”. También sirve para vídeocurrículum o congresos para explicar procedimientos experimentales.
A juicio de este profesor, que todo lo tiene basado en la práctica con más de 320 alumnos, se enfatiza el estudio sobre el papel y reduce el riesgo de distracción. Se trata de “píldoras o cápsulas informativas. Las teorías se dan en clase, pero los puntos débiles se refuerzan con esta técnica”.
Partió con la hipótesis de que en la Fisiología, la implantación de esta tecnología emergente, innovadora, era una excelente estrategia de apoyo para complementar la enseñanza, y lo ha conseguido. Y además ha recibido un premio, lo que potencia más los resultados.
Cómo
Para ponerlo en marcha usó dos software gratuitos y compatibles con todos los sistemas operativos, y que sirvieran para Ios y Android, para que no hubiera problemas. Los alumnos usaban sus propios móviles, con las aplicaciones libres y gratuitas, aunque para ponerlo en marcha tuvo que explicar a sus alumnos a través de vídeos tutoriales de qué se trataba la Realidad Aumentada, y que se unieran al Grupo de Fisiología UCA, para que se activaran las app.
A través del proyecto se ha comprobado –con las encuestas realizadas tanto al personal docente como a los estudiantes- que todas las asignaturas donde se aplica se consiguen diferencias estadísticas en los resultados de comprensión. “Los alumnos valoraban positivamente la docencia impartida con Realidad Aumentada siempre porque facilita la adecuación y comprensión”.
Este equipo de docentes partía de cero y ellos solos han sacado adelante una iniciativa educativa que tiene además uso transversal. Todo sea por facilitar la comprensión de los conceptos y la adaptación a los tiempos tecnológicos en los que nos movemos. Tanto es así que el profesor Domínguez no deja de darle vueltas a su cabeza y ya ha dicho que más adelante -sin concretar cuándo- quiere trabajar con la interactividad.
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