Cádiz

Maeztu en Cerro del Moro: "Cuando lo derriben me llevaré un ladrillo"

Junta y Ayuntamiento de Cádiz avanzan en el convenio para realizar la séptima y octava fase de viviendas de Cerro del Moro

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El consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, el alcalde, José María González, y el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu,  mantuvieron un encuentro con los vecinos de la barriada del Cerro del Moro para abordar la última fase plan de rehabilitación integral del citado barrio de la capital gaditana y explicar en qué consistirá el convenio que firmarán en breve ambas administraciones. Al acto también acudió la presidenta de la A. VV, Candelaria Grimaldi.

Se trata de un plan que lleva varios años paralizado y del que aún quedan pendientes las dos últimas fases, que son las que en breve se pondrán en marcha. Hay que mencionar que la presencia de Maeztu en esta reunión conlleva una gran carga simbólica porque el cura, como se le conocía en la zona, abrió camino en el Cerro del Moro, y participó en los inicios la primera de las grandes intervenciones sociales en barrios marginales andaluces.

El consejero explicó que “estamos en una fase que lleva un largo recorrido” y en la que “recogemos el testigo de otros muchos que dedicaron mucho tiempo y energía para un proceso de regeneración de todo un barrio”.

López insistió en que “nuestro compromiso es terminar la séptima y octava fase. Está todo el trabajo hecho y vamos a dar ese paso en forma de inversión de unos ocho millones de euros para culminar ese proceso de regeneración de todo el barrio”.

Respecto a lo que conlleva esta fase, “hablamos de 67 viviendas, cuyo proyecto ya está. Vamos a empezar la demolición en pocas fechas porque solo quedan tres viviendas con vecinos. Y tras la demolición ya está el proyecto redactado para poder licitar la obra”

Para el regidor gaditano “la séptima y octava fase de este proyecto pone de manifiesto cómo la lealtad, la colaboración y el esfuerzo entre administraciones al final revierte en bienestar para nuestra ciudadanía”.

Aprovechó eso sí para lanzar una pulla a su antecesora en el cargo, la popular Teófila Martínez, ya que en opinión del alcalde “los años que ha estado colgado este proyecto pendiente de algún limbo jurídico o de que algún representante público, o de que alguna representante público asumiera con el arresto necesario la consecución de este proyecto, ponía de manifiesto que algo no funcionaba entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía en los pasados años”.

Y abundó en este aspecto al señalar que “este proyecto tiene muchas caras de muchos delegados y consejeros, y una cara concreta por parte del Ayuntamiento de Cádiz… Qué casualidad que es cuando cambia el equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Cádiz, porque en la Junta no se ha cambiado, cuando se desatasca este asunto”.

Para José María González no hay duda que el Cerro del Moro  “es una de las grandes asignaturas pendientes en materia de vivienda y de urbanismo en la zona de extramuros que tenían las administraciones públicas”

Así pues, “lo que nos restaba por hacer, se hizo. Estamos casi a punto de conseguir hacer realidad este convenio. Solo estamos pendientes de la rúbrica, de la firma del mismo, que esperamos que se haga más pronto que tarde”, de ahí que dijo sentirse “alegre y satisfecho porque estamos a puntito de conseguirlo”.

 

El más emotivo fue sin duda el cura del Cerro del Moro, es decir, Maeztu, para quien “hay un doble motivo por el que estoy aquí. El primero es que llevo trabajando casi tres años con la Junta y Ayuntamiento para dar salida a las quejas de los vecinos y colectivos sociales en materia de vivienda e infravivienda”.

Pero hay una segunda razón. “Aquí es dónde yo empecé con 25 años. No había nada, no había ni iglesia. Fue mi primer destino voluntario”, explicó para recordar que “lo pasamos mal, estábamos en dictadura y el Cerro del Moro es una cuna de la libertad”.

“Yo dije con 27 años que hasta que no se derribe estos 45 metros cuadrados de casas provisionales tras la explosión, no habrá nunca convivencia en este barrio. No será un barrio normal”, insistió.

“Pero hoy la séptima y octava fase se acaba”, indicó Maeztu entre satisfecho y emocionado, de hecho algunas lágrimas se le saltaron, “y por eso pienso que se ha hecho justicia con el barrio, y a mí me habéis hecho un regalo, consejero y alcalde, justamente cuando he cumplido 75 años, y aquí llegué con 25 años, es decir, son 50 años luchando por lo mismo. Por eso les pedí estar aquí”.

“Me prometieron que lo iban a hacer y lo iban a firmar, y así será… por fin se ha hecho justicia porque esto eran casas provisionales y lo provisional ha durado mucho”, dijo para concluir asegurando que “cuando lo derriben yo me llevaré un ladrillo”.

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