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Cádiz

El ying y el yang de Cádiz para los alérgicos: el mar y los ácaros

El alergólogo del hospital Puerta del Mar, Diego Gutiérrez, explica por qué las personas afectadas por las alergias están pasando un auténtico calvario

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Ojos llorosos, picor de nariz y garganta, estornudos incesantes, dificultad para respirar... Es lo que trae la primavera para muchas personas. La excesiva lluvia de los meses pasados ha desatado la aparición de polen, que unido a los vientos y al calor hacen que los alérgicos estén pasando unas semanas de calvario con respecto a lo que suelen estar acostumbrados.  

Hay dos cuestiones importantes a tener en cuenta a la hora de abordar la situación. Por un lado, este año la polinización ha llegado tarde y por otro lado, lo ha hecho en concentraciones por encima de la media. “La polinización de las gramíneas ha empezado a hacer su agosto a finales de abril y principios de mayo. Como cualquier polen tiene dos características fundamentales: las altas temperaturas y que llueva”, explicaba el facultativo de la sección de alergología del hospital Puerta del Mar, Diego Gutiérrez.

No obstante, hay algunos pólenes que deberían haber hecho picos en los meses de marzo y abril, como son los del ciprés y el plátano sombra, pero “han pasado de puntillas”.

Por otro lado, los ácaros se han puesto las botas porque como ha hecho calor y frío, se han dado los condicionantes para que hicieran también “su pequeño escenario en la eclosión alergológica”, asegura el facultativo.

Perfil de población

Los principales afectados por alergias tienen en común un perfil genético, tipificado de alguna manera en el estadio en el que se coge al paciente. “Hay dos factores importantes: el paciente que llega a consulta con estornudo y lagrimeo y aquel que hace coincidir una infección vírica  con un proceso alérgico que ha tenido de base”, comenta Diego Gutiérrez.

Para tener alergia se necesitan dos condicionantes, predisposición genética- los antecedentes familiares que suponen entre un 16 y un 7 por ciento en el índice de su predisposición a la alergia y la comida, en el sentido más amplio de la palabra. En este aspecto, el alergólogo del Puerta del Mar hace referencia tanto a los hábitos de vida, como a los neumoalergenos y en cuestiones de calidad de vida de una persona (los modos, el lugar).

“También es importante el uso de antibióticos en el primer año de vida -a lo que cada vez se le da mayor importancia-; la contaminación atmosférica -que suele tener una mayor incidencia en las alergias al polen de las gramíneas y el olivo- y los hábitos alimenticios que son los que condicionan que aparezcan o no”, asegura el doctor Gutiérrez.

En referencia a los hábitos alimenticios, destaca una mayor ingestión de frutas tropicales,  así como  los aditivos que le ponen para la maduración que provocan una mayor incidencia de alergias, así como el inicio de la implementación de la alimentación en los bebés.  

No obstante, Cádiz es un lugar ‘bipolar’ para los alérgicos. La presencia del mar hace que haya menos incidencia de síntomas alérgicos, pero la aparición de los ácaros, en un 80 por ciento del territorio, lo convierten en un caldo de cultivo para estos arácnidos microscópicos que determinan la estructura de la patología respiratoria más común en esta zona.

En cuanto a los datos, el doctor Gutiérrez anunció que a nivel global “entre el 20 y el 25 por ciento de la población tiene una incidencia de enfermedades alérgicas, concretamente de rinitis. Una cifra más que significativa. Por ejemplo, la de asma está entre el 8 y el 11 por ciento; y las de alimentos está en adultos en un 3 por ciento y un 8 por ciento en niños; y reacciones adversas por fármacos son un 6-7 por ciento”.

El facultativo del Puerta del Mar explica que se “han hecho muchos estudios para ver si la prevención de la alimentación en el embarazo, en el postparto y la lactancia pueden prevenir la aparición de alergias”, pero sin duda, es fundamental la limitación en los hábitos de vida y si la situación se repite en más de dos estaciones polínicas, por ejemplo, sería conveniente para el paciente pasar a hacerse un estudio.

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