Días atrás, en el programa radiofónico de La Ventana, su director Carles Francino reunió a la presidenta de la asociación Érguete, Carmen Avendaño -la mujer que hace 30 años encabezó a las madres coraje gallegas que se enfrentaron a los narcotraficantes en su momento de mayor popularidad y dominio- y al presidente de las coordinadoras antidroga del Campo de Gibraltar, Francisco Mena, quien lleva varios lustros luchando contra el yugo del tráfico de drogas que sufre esta bella a la par que deprimida comarca gaditana. Fue escalofriante comprobar el paralelismo entre ambos relatos sobre sus respectivos territorios. Fue días antes de que el pasado jueves miles de campogibraltareños salieran a la calle y cambiaran el lema ‘Por tu seguridad, por la de todos’ con el que habían sido convocados para reclamar al Estado más contundencia frente al narcotráfico, por ‘Menos droga y más trabajo’ en una clara demostración de que los habitantes de la zona no sólo quieren vivir en paz, sino con posibilidades de futuro y que no estén vinculados a la narcoeconomía que todo lo intoxica.
El día después de la concentración nos dejó un llamamiento, desconocido en los últimos años, en nombre de lo común: todas las administraciones públicas, todos los partidos, todos los sindicatos policiales, todas las asociaciones de la Guardia Civil y todos los agentes sociales confluyeron en la necesidad de trabajar coordinadamente para dar una respuesta conjunta, sin fisuras a esta epidemia que soporta el Campo de Gibraltar.
Era lo menos que se podía esperar de todos ellos: unidad en el lenguaje, en el mensaje, pero la población de La Línea y de Algeciras,fundamentalmente, está cansada de palabras y demanda acciones concretas, que pasan sin duda por enfrentarse a los clanes con la misma determinación que hace décadas demostraron en Galicia el juez Garzón, la Audiencia Nacional y uno de los mayores despliegues conocidos en España para acabar con el tráfico decocaína, hachís y tabaco. Asimismo, el Gobierno central, que hace bien reclamando a la Junta planes especiales para mejorar los parámetros socio económicos de lazona, tendría mayor legitimidad para apelar a la administración autonómica si practicase con un ejemplo que no llega: deben impulsar de una vez por todas la línea Algeciras Bobadilla para conectar el mayor puerto de España con el corredor ferroviario, y buscar una solución dialogada con Gibraltar para que puedan seguir en el Peñón los 10.000 trabajadores españoles que tienen las carnes abiertas ante la incertidumbre que siembra en su futuro el Brexit, que se consumará en apenas un año.
Posdata: Quedan 590 días para que finalice el injusto peaje de la AP4.
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