"Hay mucho sembrado y sería interesante recoger los frutos"

Juan Manuel Pérez Dorao  (1962) es licenciado en Derecho por la Universidad Pública de Granada, concursó para una beca de la Junta con la que estudiar un postgrado en Bélgica, en el Colegio Europa en 1986, y cuando volvió a Cádiz empezó a trabajar de abogado, en lo que lleva ejerciendo 33 años. Habla inglés y francés fluidamente. Está casado y tiene tres hijas. Entre sus aficiones está el deporte, especialmente el náutico, fundó incluso un Club Deportivo de Vela con la modalidad Snipe, también ha regateado en cruceros y es capitán de yate. Practica otros deportes como el tenis, fue jugador de hockey sobre patines, le gusta la música y a los 50 años comenzó a estudiar clarinete. Compra libretos de Carnaval de todas las agrupaciones que escucha.

Acudió a las elecciones municipales en 2015 con un periodo muy corto de tiempo para poder darse a conocer entre el electorado. Ahora confía en que los resultados sean más favorables aunque no se aventura a decir a quién le quitarán votos en la próxima convocatoria electoral, si al Partido Popular, al PSOE o al equipo de Gobierno. Su grupo lo forma con María Fernández-Trujillo. Es defensor del bien general de los gaditanos ante las ideologías de partido.

¿Cómo llegó la política?

—Llegué a la política por casualidad, aunque siempre tuve inquietud por las cosas que ocurrían en la ciudad. En 2014 se creaba un foro de opinión donde participaba gente de muchos sectores de la capital gaditana que estaba descontenta con la política local. Se habló entonces de montar un partido de ámbito local pero naturaleza independiente, cuando en ese momento surgió Ciudadanos. Me ofrecieron la posibilidad de partir de esa plataforma ciudadana y las circunstancias me llevaron a liderar el proyecto porque me cuesta mucho decir que no. 

¿Qué valoración hace de su tiempo en política?

—Para mí, la valoración es positiva. He aprendido mucho. Había visto muy de cerca la gestión municipal pero desde el otro lado del mostrador. Con más de 30 años como abogado he tenido que lidiar con los ayuntamientos, tanto con el de Cádiz como del resto de la Bahía. La visión ahora es totalmente distinta. Me ha sido muy interesante el matiz diferente que tiene la cosa vista desde dentro. En política se conoce a mucha gente, te relacionas con personas muy distintas, de diferentes aficiones, pretensiones e intereses.  

¿Cuál es el primer recuerdo que tiene?

—Lo primero que me pasó fue que actué como cuando venía a trabajar, me metí por el torno de seguridad, me puse en la fila como siempre había hecho, hasta que el seguridad me dijo que yo era concejal y que no tenía que pasar por ahí. Además todos los que he tratado en el ámbito municipal tengo la sensación de que me han tratado con mucho respeto y eso se agradece. Me han ayudado mucho.

¿Qué necesita la ciudad?

—Lo primero que necesita es que sus dirigentes tomen conciencia de que están gobernando. Que no todo puede ser una política de gestos y que tomen conciencia de que las cosas salen si hay diálogo  y actitud de consenso, si no salen a medias. Con nosotros nunca ha habido buenas maneras, siempre hemos sido proscritos en esa materia: porque pintábamos poco y porque somos como apestados. Hemos conseguido que el presupuesto de Onda Cádiz  sea el único todos los organismos autónomos y empresas municipales que se ha aprobado por todos los partidos políticos.

En segundo lugar,  habría que buscar una fórmula general de tratamiento de los empresarios, emprendedores e inversores, que tendría que ser totalmente distinta a la que hay. Deberían crear un ambiente que les hiciera sentir la alfombra roja cuando vinieran a Cádiz. Ese ambiente no se crea con la manera de gobernar de este equipo de Gobierno sino ejerciendo, por ejemplo, la labor representativa del Ayuntamiento. Si no hay creadores de riqueza, lo que se generan son personas subsidiadas y eso los hace infelices porque no se sienten realizados.

El  recinto exterior de la Zona Franca está desaprovechado porque en el Plan General de Ordenación se recoge como una actuación para millonarios y hay que darle una vuelta y evitar que languidezcan esas naves vacías. Hay que cambiar desde el reglamento de calas hasta la urbanización de la carretera de Astilleros que a día de hoy sería la obra principal.

Los principales problemas de la ciudad son el paro y la falta de vivienda. En vivienda se ha hecho poco o nada. Hay que buscar la complicidad del Ayuntamiento con los propietarios, porque por sí mismo tiene poco que hacer porque quien tiene la competencia es la Junta que tiene pocas ganas y recursos limitados.

¿Cómo ve al equipo de Gobierno?

—Tienen poca preparación para la tarea que han asumido. Cada uno debe ser consciente de lo que es y para qué sirve. Deben ser conscientes de sus limitaciones y veo falta de capacidad, por la actitud y por la aptitud. 

¿Y a la oposición?

—Muchas veces excesivamente política y muy táctica. Se miran a sí mismos y no miran al interés general. No utilizan el campo que tienen PSOE y PP para ponerse de acuerdo. Es lo que yo les reprocharía.   

¿Cómo encara Ciudadanos el final de legislatura? ¿Algo que cambiar en el trabajo del grupo municipal?

—Igual que al principio, trabajando con ilusión pero con sensatez.  Nosotros lo hemos hecho lo mejor que hemos sabido. En muy pocas ocasiones hemos llegado a la conclusión de que podíamos haber hecho más, pero es difícil de ver desde dentro.

Nos equivocamos, como es natural porque no tenemos la experiencia larga de otros partidos, pero casi siempre ha sido por ingenuidad, por creernos que las cosas eran de una manera cuando no era así.

¿Qué papel ha desempeñado Ciudadanos en esta legislatura?

—Nosotros tenemos dos áreas donde tenemos un peso importante. Onda Cádiz y la Fundación de la Mujer. Nosotros ofrecemos un planteamiento de consenso, ahí se ha confiado en nosotros y creo que las cosas cambian sensiblemente. A nivel comercial del medio de comunicación, se ha duplicado la facturación de años anteriores. Se ha hecho frente a problemas con proveedores. Hay que ordenar las cosas por dentro para que repercutan en el exterior.

Durante la legislatura ha puesto sobre la mesa la moción de censura, ¿sigue pensando igual?

—Creo que la configuración de la Corporación permitía alternativas muy  diferentes de lo que hemos tenido y además más fructíferas para la ciudad, y máxime si se hubiese buscado el interés general. Podía haber habido un gobierno distinto, si hubiera habido una voluntad de entenderse, en lugar de defender posiciones más de índole partidista. En la Corporación hay mucho más talento que el que nos está gobernando, se podría haber hecho algo más participado y con mejor resultado.

Otra posibilidad era que el Partido Socialista hubiera entrado en el Gobierno de la ciudad, de hecho, me da la razón que los presupuestos quien los está determinando es el PSOE. Se ha puesto de manifiesto la nula gestión presupuestaria, no están capacitados para sacarla adelante.

¿Cree que Ciudadanos va a incrementar en el número de votos?

—Estoy convencido de que sí, que habrá una mayor confianza del electorado. Hay un antecedente: en las autonómicas de 2015 tuvimos 9.000 votos, mientras que en las municipales, seis meses antes, tuvimos 4.666, la mitad.

La sensación que tengo de lo que recibo de fuera es que la gente nos ve como sensato, positivo y útil, y eso me anima a pensar que podamos tener una mayor repercusión electoral.  (No se atrevió a hacer una quiniela).

¿Se presentará a las próximas elecciones?

—Es un tema que no se trabaja en Ciudadanos. El criterio es no adelantarse. Todavía se considera que es pronto. Queda un año de mandato por delante y el criterio es decidir estas cuestiones a finales de año o principios del próximo.

Y, ¿a nivel personal?

—Tengo luces y sombras, tengo en la mente una idea: hay mucho sembrado y sería interesante recoger los frutos. Pero no va a depender de mí.

¿Cómo está la situación interna del partido?

—Le quitaría hierro al asunto porque problemas o fricciones o roces internos hay en todos los partidos. Es natural que haya algún tipo de desencuentro y hay que tener la sensatez de organizarse para solucionar esos problemas y crear una situación de convergencia y tranquilidad.

¿Qué opinión le merecen las acusaciones de que Cs es una formación veleta y que pacta con quien sea con tal de gobernar?

—Nosotros aquí no nos pueden tachar de eso, porque apoyamos igual a Podemos, PP o PSOE, en función de que lo que traigan si es  beneficioso para la ciudad. Me remito a las modificaciones presupuestarias, que han ido a Pleno, que las apoyamos y no nos pusimos de canto como el resto de formaciones políticas. En la ciudad, las cosas son sota, caballo y rey, y no existen diferencias de criterio muy acusadas.

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