Hace unos meses arrancaba en Cádiz la campaña Progrifo con la intención de propiciar que el ciudadano beba agua del grifo de forma totalmente normalizada. En este tiempo, a través de la empresa municipal Aguas de Cádiz, que lleva esta campaña en colaboración con la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS), se ha hecho “un trabajo intenso y muy fructífero”, ya que se ha conseguido que 81 establecimientos hosteleros se adhieran a la opción de ofrecer agua del grifo. Entre los establecimientos hay tabernas, cafeterías, chiringuitos, bares y restaurantes.
Asimismo también se han repartido 1.400 decantadores, destinados en su mayoría al sector de la hostelería. Entre los organismos que han participado en esta iniciativa, además de las instituciones públicas, están los medios de comunicación, colegios públicos y comedores sociales.
Desde Aguas de Cádiz indican que también se han recibido llamadas pidiendo las botellas de otros organismos y centros escolares, es decir, que “todo el que quiera participar sólo tiene que llamar por teléfono que se atenderá su petición”. Cádiz sigue la estela de ciudades como París, donde incluso es obligatorio por ley tener jarras de agua del grifo a disposición del cliente que quiera consumirla.
La jornada del domingo con ‘Vive la plaza’ ha sido la última de las acciones para el reparto de botellas de la campaña Progrifo, donde incluso participaba el edil de Movilidad Urbana en Cádiz, Martín Vila. El objetivo de la campaña es concienciar a la población de los beneficios que tiene el consumo del agua del grifo tanto dentro como fuera de casa. de ahí que se buscara un diseño atractivo que incluso se pueda convertir en atractivo turístico para la ciudad.
Distintas visiones
La actitud de la hostelería gaditana choca frontalmente con la patronal hostelera de Gijón que aunque consideraba interesante la campaña, declaraba que ofrecer agua de manera gratuita a los comensales podría «repercutir negativamente en las ventas». Esa y otras declaraciones como «si invitas a que pidan vasos de agua, aunque sea producto de aquí, lo más seguro es que no vendas la botella de vidrio. No todo el mundo puede estar de acuerdo y por eso no nos adscribimos” eran recogidas hace algunos meses por El Comercio.
Sin embargo en Cádiz, tan sólo un establecimiento hostelero se ha negado a ofrecer agua del grifo. Una excepción que confirma la regla y que seguramente posibilitará la promoción del consumo del agua del grifo por ser saludable, económica y ecológica.
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