Se metió en la política porque quería transformar las cosas. Lo hizo a través del Partido Socialista, al que está afiliado desde octubre de 2002, porque representa “los principios y valores en los que creo”. A raíz de su afiliación conoce que hay una organización juvenil y a partir de la militancia de base fue cubriendo distintos papeles hasta que se convirtió en secretario de las Juventudes Socialistas. Es padre de cuatro niños, tiene 36 años y ya ha sido capaz de enfrentarse como cabeza de lista a unas elecciones.
¿Por qué se metió en la política?
—Porque quería tomar partido ante las cosas. Había participado en ONGs y colectivos y quería dar un paso hacia adelante.
¿Por qué se decidió por el PSOE?
—Porque creo en la igualdad. Creo en un partido con una historia que ha mantenido esa coherencia a lo largo del tiempo y ha representado a la clase trabajadora.
¿Qué primer balance puede hacer de su andadura política?
—Pues de un aprendizaje continuo. Hemos vivido momentos a nivel social y político de una gran intensidad, como el cambio de gobierno en 2004 de Rodríguez Zapatero, así como el cambio en Cádiz, donde hemos sido pieza principal en un hito. También ha sido una etapa de aportar y tratar de aportar a ese proyecto colectivo del que formo parte.
Sobre la legislatura actual, ¿qué podría decirme?
—Es una legislatura inacabada. No se han llegado a culminar los propósitos que teníamos cuando comenzamos. Nuestro propósito es mostrar un modelo alternativo al del PP, lo tratamos apoyando al equipo de Gobierno actual, pensando que mostrarían una realidad distinta pero ha sido insuficiente para el gaditano. Han desaprovechado la oportunidad brindada y cuando han conseguido sacar algo hacia adelante es porque el PSOE tiene la posibilidad de intervenir. Se han convertido en unos gestores de la realidad y lo que se necesita es alguien que transforme esa realidad.
¿Ese alguien para transformar la realidad es el PSOE?
—Sin duda.
Como grupo de la oposición, ¿qué balance haría?
—Esto tiene mucho de experiencia personal. Hay dos momentos en nuestra labor de oposición. Una primera parte, donde pudimos sentirnos incomprendidos porque quisimos poner frenos a locuras o ingenuidades políticas. Incluso hubo que explicar nuestra postura porque no éramos entendidos ante el debate de si lo han puesto a gobernar por qué no lo apoyan. Y por otro lado hay una actitud que hemos intentado hacer ver y que coincide en el tiempo con determinadas denuncias que hacíamos. Ejemplos: el presupuestos de 2016 fue un procedimiento con mucha crispación. Tuvo duras consecuencias, pero ahora el tiempo nos ha dado la razón: con la no venta del módulo hotelero y la anulación de los presupuestos por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Otro ejemplo ha sido la municipalización y como consecuencia de nuestra postura, entendíamos que había que darle tranquilidad a los trabajadores, sobre cómo se iban a prestar los servicios. Ahora parece que empiezan a florecer de las dudas que planteábamos. Cuando se nos ha escuchado y atendido parece que las cosas salen mejor. Es el sentido común al que siempre apelamos. Llegar a las instituciones no es igual que cuando se estaba con el megáfono en la calle. Ha habido un antes y un después y el Gobierno local ha entendido que necesita al PSOE.
¿Cuál es la principal carencia que tiene la ciudad?
—El empleo, que conlleva poder tener un desarrollo personal completo, acceder a la vivienda. El equipo de Gobierno asumió desde el minuto uno el discurso que le había dejado el PP sobre la mesa, el discurso sobre las competencias. Es falso que un Ayuntamiento no pueda generar empleo, se pueden desarrollar empresas con licencias, se facilita inversión y haciendo una gestión eficaz de programas de empleo...
No podemos hablar históricamente que esta ciudad no tiene espacios, porque los hay muy desaprovechados. No podemos quedarnos impasibles. Hay otra alternativa y en eso es en lo que estamos trabajando.
¿Qué le recrimina al equipo de Gobierno?
—Que está gestionando la herencia del PP. No implantan un modelo distinto. Decían que venían a cambiarlo todo “para que nada cambie” y en muchas ocasiones han utilizado cualquier camino sin saber a dónde iban. El diálogo y la participación lo han entendido de manera equivocada. No tienen un proyecto decidido hacia nada. Nosotros le pusimos nuestro programa electoral sobre la mesa, incluso, pero no sirvió de nada.
Y sobre el papel de la Junta en este tiempo, ¿cree que le beneficia?
—Si le beneficia a los gaditanos, sin duda. Quien se preocupe en estos momentos por el resultado electoral o cuál es la tendencia que marque una encuesta, se equivoca. A mí me preocupa si hay más o menos gente planteándome en la calle problemas, o cuando hay quien me dice que no ha cambiado nada. La gestión de un Ayuntamiento se mide en si has podido generar oportunidades para la ciudad. Y si eso es lo que ha provocado una mayor interlocución con otras administraciones, el PSOE habrá ganado en ese momento.
¿Qué recuerdo le trae el 13J?
—Fue un día terriblemente duro porque el PSOE se enfrentaba o a mantener a Teófila Martínez o apoyar un cambio que generaba muchas inseguridades -que en muchas ocasiones se han confirmado. La segunda situación fue el debate de presupuestos de 2016, con la presión social al PSOE, demostraron lo que nunca se debe traspasar en política. Eso marca. Parece que ese clima se ha ido rebajando, pero marcó un antes y un después. Hay límites que no se deben traspasar.
¿Ha llegado a pensar que se ha equivocado?
—El planteamiento no es sentir habernos equivocado en haber producido el cambio, que seguimos reafirmando. Es más un sentimiento de decepción sobre quién ha liderado el cambio. Apelamos a que las cosas se pueden hacer de otra forma.
¿Cuál ha sido el fallo del PSOE?
—La responsabilidad la asumo yo en primera persona, por eso me quedo al frente del grupo municipal, pero no se puede olvidar que desde Carlos Díaz cuando hubo un cambio en su sucesión, en los últimos 24 años no todo se ha hecho bien por el PSOE. Han sido muchos los errores en los que en esa realidad el ciudadano no ha confiado en los proyectos del PSOE.
¿Qué cambios se han planteado dentro del PSOE?
—Ahora sí tenemos una conexión mucho más clara con las entidades y asociaciones de la ciudad. Estamos siendo capaces de explicar y sentir que nos comprenden. Y después de la situación a nivel estatal, hemos entrado en una dinámica de comunicación y participación que nos acerca más. Eso nos hacer más permeables a lo que quiere el ciudadano.
¿Se siente valorado por su partido?
—Eso es algo subjetivo. En política hay que valorar por la consecución de proyectos. Y en eso, creo que el tiempo pone a todo el mundo en su sitio. Por eso creo que no se nos puede discutir ni en el trabajo ni en el compromiso con los gaditanos.
¿Se presentará a las próximas elecciones?
—Es una cosa que ahora mismo no está en mi calendario. La solicitud del regional no se ha aprobado aún, debe discutirse en el Comité Ejecutivo Federal. Las Primarias serán el 17 de junio, de aprobarse, y será cuando en la agrupación del PSOE local de Cádiz habrá quien dé un paso adelante.
Si no fuera usted el candidato, ¿quién lo sería?
—El que decidan los militantes del PSOE en la ciudad.
¿Hay dos vertientes en el PSOE? ¿Una más conservadora y otra más de izquierdas?
Estoy en contra de quienes se otorgan la legitimidad de dar carnés de izquierdas o de derechas. A veces en el comportamiento cotidiano se ve si es de una tendencia o de otra. Yo no soy capaz de otorgarlo. Sí hay un planteamiento dentro de la organización por ser más permeable a la sociedad y sus cambios. No creo en postulados herméticos, sino en las escalas de grises, en el diálogo y el acuerdo. Todo el que esté en el PSOE se debe sentir identificado con la izquierda.
¿Sería factible un pacto de izquierdas?
—He aprendido que hasta la misma noche electoral no se sabrá. Tengo claro que la izquierda tiene que estar con la izquierda y la derecha con la derecha. Pero como pacto global lo razonable es que nos entendamos quienes tendemos líneas comunes. Plantearlo ahora es un sinsentido porque la historia ha demostrado que en un mes cambia el desarrollo de proyectos e iniciativas.
¿Van a recuperar el voto de la izquierda?
—El PSOE quiere mostrar que somos un partido más que centenario, que ha gobernado muchas instituciones, y solvente, con unas ideas claras y distintas al populismo que ha llegado al poder y al PP anclado en el pasado. Los socialistas nos mostramos diferenciados dentro del marco de la izquierda, porque tenemos un modelo de ciudad y lo que queremos es mostrar una manera muy distinta de transformar el futuro.
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