El homenaje a Chiquito de la Calzada, el exniño de San Ildefonso que predijo la terminación del Premio Gordo, los 'selfies' como exaltación de la amistad surgida en la fila a las puertas del Teatro Real y el furor causado entre el público por Aya, la niña que ponía entusiasmo con cada premio de mil euros que cantaba, han sido algunas de las anécdotas que han marcado el Sorteo de la Lotería de Navidad de 2017.
El Sorteo daba comienzo a las 9,00 horas de este viernes 22 de diciembre, pero 400 personas ya hacían cola desde una hora antes a las puertas del Teatro Real. Algunas incluso habían llegado a primera hora del jueves para coger las primeras posiciones y no quedarse sin una de las aproximadamente 500 localidades.
Entre ellos, se encontraba Manoli, una de las primeras y de las más veteranas, pues lleva asistiendo al Sorteo desde que se celebra en el Teatro Real. Con un disfraz de niña de San Ildefonso, peluca incluida, a sus 80 años, no pierde la esperanza de que le toque el Gordo, para repartirlo entre sus hijos, el padre Ángel y darse algún capricho como hacer un viaje.
Entre los gritos de alegría porque se aproximaba la hora de apertura de puertas, se escuchaba una coletilla familiar. "Por la gloria de mi madre", exclamaba Enrique, que a sus 84 años llegó este jueves a la puerta del Teatro Real disfrazado de Chiquito de la Calzada, en homenaje al cómico recientemente fallecido.
También guardaban fila Marisa y Lydia, de 21 años y procedentes de Sevilla, que hace dos días tomaron el autobús con destino a Madrid para asistir por primera vez al Sorteo de Navidad. Lydia sabía que era el sueño de su amiga así que le regaló los billetes por su cumpleaños y, para la ocasión, se han disfrazado de astronautas, como un guiño al anuncio de la Lotería de Navidad de este año, que cuenta una historia de extraterrestres.
El madrileño Juan Antonio, de 52 años, también es uno de los habituales. Tras 25 años asistiendo, esta vez había decidido disfrazarse de fiscal para ver si podía "enganchar a Puigdemont" a quien no descartaba encontrar en el Teatro Real ya que se iba a "repartir mucho dinero".
Los 'selfies' han sido otros de los protagonistas del Sorteo. Emilio, de 15 años, su madre Vicenta y su hermana Marina, de Jaén, se hacían uno con Pilar y Valle, de Barcelona, con Eduardo y Paqui, madre e hijo de Madrid, con Mari Carmen, de Gran Canaria, y con Jorge y Santi, de Medina del Campo. Todos ellos se han conocido en la cola y ya tienen un grupo de whatsapp. "Este es el verdadero espíritu de la Navidad", señalaban estos amigos.
En torno a las 8,00 horas se abrían las puertas, las butacas comenzaban a ocuparse y uno de los responsables del Sorteo, Antonio, se acercaba al borde del escenario para que los asistentes al mismo pudieran comprobar que la bola con su número entraba en el bombo.
Una decena de guardias de seguridad y efectivos de la Policía vigilaban que todo el Sorteo transcurriera sin incidentes, mientras que una dotación del Samur formada por tres técnicos y una ambulancia, se preparaban por si hacía falta su intervención.
CANTÓ EL GORDO EN 1954
Los niños comenzaban a cantar y, entre el público, permanecía atento Fernando Vázquez, que fue niño de San Ildefonso y cantó el Gordo en 1954. Hoy, a sus 64 años todavía recuerda y entona el 53.584 que repartió suerte aquel año, en total 15 millones de pesetas.
Mientras enseña los décimos que juega, reconoce que en su 'bola de cristal' ha visto que la terminación del Premio Gordo iba a ser el número ocho.
Tras muchos premios repartidos, sobre todo quintos, pero a falta de que saliera el primero, llegaba el turno de la quinta tabla y con ella, la niña de San Ildefonso Aya, de 9 años, que conseguía poner en pie a todo el Teatro Real con su característica y alegre entonación de los "mil euros". Vítores, aplausos y 'oles' se repetían entre los asistentes al final de cada alambre, con ganas de que la pequeña cantara el Gordo.
"Nos encanta la emoción que le pone, cómo alarga los mil euros", aseguraba Clarisa, que junto a Mapi, Enrique y Salvador, ha venido disfrazada de árbol de Navidad. "¡Que lo cante!", exclamaba Mapi, en referencia al Gordo.
María Jesús, la madre de Nerea, la niña de San Ildefonso que ha cantado los números junto a Aya, reconoce que ha ido a los ensayos a apoyar a las niñas pero que no se había percatado de la entonación de los mil euros hasta este mismo viernes. Para ella ha sido "impresionante" el momento en que el público se ha puesto en pie para aplaudir a las pequeñas.
A las 11,54 horas caía el Gordo, cantado por Noelia y Youseff, y los asistentes comenzaban a marcharse cabizbajos. Las 'astronautas' Marisa y Lydia salían ya sin las 'escafandras' del disfraz, al tiempo que lamentaban que esta vez no había habido suerte. "Para la próxima", deseaban.
Por su parte, los niños de San Ildefonso salían por la puerta de atrás del Teatro felices de haber repartido tanta suerte. La pequeña 'Aya' era recibida como "la estrella de este año" y mientras le daban la enhorabuena por haber cantado tan bien, ella aseguraba que lo único que había hecho era ponerle "mucha ilusión".
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