De perfiles, géneros y edades muy distintas, así son los protagonistas de las lanzaderas que ponen en marcha la Fundación Telefónica, la Junta de Andalucía, la Fundación Santa María La Real y los ayuntamientos. Las lanzaderas son una fórmula donde participan una veintena de personas desempleadas de distinta procedencia y formación que buscan herramientas para hacer frente a la búsqueda de empleo. La última lanzadera empezaba en Cádiz hace un mes y de esos 20 que empezaron ya hay siete que han encontrado trabajo, según informó la delegada provincial de Empleo, Gema Pérez. Tanto desde las instituciones públicas como desde las privadas se puso de manifiesto la necesidad de trabajar todos juntos en un mismo sentido, a la vez que se adelantaba la posibilidad de poner en marcha una nueva lanzadera en Cádiz capital.
En la ciudad se congregaban los integrantes de la lanzadera de Sanlúcar, Dos Hermanas y Sevilla, además de los propios gaditanos, que protagonizaron un encuentro donde compartieron sus experiencias. Como indicaba Joan Cruz, de la Fundación Telefónica, las lanzaderas “son un proceso de transformación personal. Cuando salgan de la lanzadera pueden encontrar empleo o no, pero habrán vivido la experiencia y serán conscientes de todas esas habilidades que no eran conscientes, porque aprenden a saber quiénes son, ver qué habilidades tenían, aprenden a situarse mejor en el mercado, a comunicar, a trabajar en equipo, a ser pro activos, a ser flexibles”.
Elena Quintana, que lleva dos años desempleada aún siendo diplomada en Relaciones Labores y licenciada en Ciencias del Trabajo por la UCA, considera la experiencia “muy positiva porque estamos aprendiendo mucho, adquiriendo nuevas herramientas y entrenando y ampliando lo que ya traíamos de base”. Iván Moreno, de 32 años, técnico informático y auxiliar, también se mostró muy satisfecho con la formación que están recibiendo para la búsqueda activa de empleo.
Entre los participantes del grupo de Cádiz también estaban Rosario Salcedo (26 años), licenciada en Administración y Dirección de Empresas que lleva más de un año en situación de desempleo. “Estoy contenta, estamos dando un giro a nuestro currículum, poniéndonos al día en las nuevas tecnologías y haciendo simulacros de entrevistas, con un gran trabajo en equipo”, explicó Rosario.
También hay personas recién salidas de la facultad, como Salud Rivera de 22 años, que ha estudiado Trabajo Social y que está aprendiendo a enfrentarse ahora a la búsqueda de empleo, adquiriendo unas habilidades que aún no había puesto en marcha. Mientras tanto para Silvia Gómez, de 42 años -diplomada en Relaciones Laborales, con experiencia en administración de empresa, en temas de igualdad y orientación laboral- a pesar de haberse incorporado hace poco tiempo para cubrir uno de los puestos que se quedaron vacantes tras encontrar empleo uno de los integrantes de la lanzadera, “es una experiencia enriquecedora. Estoy conociendo a gente muy competente donde compartimos vivencias y aprendemos conceptos”.
Gema Pérez, “ fiel defensora de las lanzaderas de empleo”, recordó que también están los planes de empleo y la orientación laboral. “Si sumamos la inversión de la Junta para la provincia son 47 millones de euros destinados a empleo”, aseguró.
Por su parte, Laura Jiménez, edil de Fomento, habló de la importancia del concepto colaborativo a la hora de buscar un puesto de trabajo, a la vez que lanzó el guante para que se plantee una reedición.
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