La mala situación económica lleva a muchas familias de Cádiz a optar por la venta en el mercadillo de los domingos, con o sin licencia municipal. Desde hace un par de semanas el aumento de los controles policiales ha provocado que muchas de estas familias que no tienen otra vía de ingresos vean cómo se frustran sus intenciones.
Por eso, el portavoz del mercadillo de los domingos, Andrés Hidalgo, ha visto cómo se colmaba su paciencia y ha decidido luchar por la licencia de esas personas que a día de hoy se consideran ilegales para la venta en el baratillo. “En febrero, la concejala de Consumo, Laura Jiménez, nos pedía un mes de plazo para incrementar las licencias con las personas que había en lista de espera”, manifiesta Hidalgo. El portavoz asegura que a día de hoy está concedida licencia para un centenar de puestos y hay unas “90 personas esperando a que se amplíe el cupo, porque hay mucha necesidad”.
El Ayuntamiento de Cádiz otorga licencias para el mercadillo con la intención de tener un censo sobre el número de puestos y un control. Dicha autorización no supone ningún coste para el vendedor, según explica Andrés Hidalgo.
En este sentido, va a solicitar una entrevista tanto con la concejala como con el alcalde porque “llevamos más de siete meses esperando a que desde el Ayuntamiento nos digan algo y por el momento lo que tenemos es la callada por respuesta”.
Ya ha solicitado en otras ocasiones una cita con Jiménez y “al parecer se ha despreocupado”, incluso a pesar de haberles “entregado un proyecto de cómo podrían ir ubicados los puestos, los espacios y la situación de los establecimientos del entorno”, apunta Andrés Hidalgo.
El propio Hidalgo aclaraba que desde el verano para acá se ha visto cómo se ha aumentado la presencia policial, cuando no ha habido ningún tipo de problema en la zona ni ha sido necesaria su intervención para ningún asunto. El portavoz reclamó un aumento del mercadillo para que sea similar a los que hay en otros municipios como Chiclana.
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