La ciudad de Cádiz vivió en la madrugada del domingo la última edición de las barbacoas que se celebran en la playa con motivo del Trofeo Ramón de Carranza, una fiesta que no se repetirá tras un acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Cádiz.
Este año, el Ayuntamiento ya ha limitado el espacio habilitado para las barbacoas en la playa de la Victoria en la madrugada del domingo y solo se podrán hacer en la zona comprendida entre los módulos 3 y 6.
Para la ocasión se puso en marcha varios dispositivos, entre ellos el de seguridad, compuesto por 63 agentes policiales, 25 vigilantes y 15 voluntarios de Protección Civil.
La actuación policial en la playa comenzó a las 11.00 horas para impedir acciones no autorizadas, como las parcelaciones y la realización de barbacoas fuera del recinto autorizado, y que se llevasen muebles a la playa.
El dispositivo de limpieza estuvontegrado por 200 operarios, mientras que 25 voluntarios facilitaron este sábado, de 17:00 a 21:00 horas, bolsas de basura a las personas que acudan a la playa para realizar barbacoas.
A las 5:30 horas del domingo se dió el primer aviso por megafonía a los usuarios de la playa para que la desalojaran a fin de iniciar las labores de limpieza, y a partir de las 6:00 horas, la Policía Local procedió a solicitar la retirada de la playa a las personas que aún permanecían en ella, y para esta labor tuvo el apoyo del Seprona de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.
Desde las 6:00 hasta las 13:00 horas del domingo se establecerá un primer turno de limpieza en el que trabajarán 190 operarios y, posteriormente, desde las 15:00 hasta las 21:00 horas se desarrollará un segundo turno compuesto por diez operarios.
Las barbacoas que se celebran en las playas de la ciudad con motivo de la final del Trofeo Ramón de Carranza comenzaron como una fiesta espontánea y de carácter familiar, y alcanzaron el punto de mayor afluencia cuando el anterior equipo de gobierno, del PP instó a la ciudadanía a acudir en masa a este evento con el objetivo de alcanzar un récord Guinness.
En los primeros años del siglo XXI llegaron a concentrarse unas 200.000 personas, si bien en los últimos años esta fiesta ha experimentado una tendencia descendente en cuanto a la asistencia acompañado de un repunte de las personas que hacen botellón en vez de barbacoas.
Esta situación se ha visto acompañada de las críticas al evento de vecinos, ecologistas y hosteleros. En la última edición de esta fiesta veraniega en las playas de Cádiz participaron poco más de 30.000 personas.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cádiz ha anunciado que para el próximo año organizará distintos eventos en toda la ciudad para atraer a público y ofrecer una alternativa de ocio menos perjudicial para las playas de la ciudad que las barbacoas, que ya en 2017 no se celebrarán si se cumple el mandato del Pleno
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es