Zona Franca ha salido al paso de las declaraciones del Delegado de la Junta de Andalucía en Cádiz sobre su interés por los antiguos terrenos de Altadis para la instalación de la Ciudad de la Justicia, una vez concluida la Oferta Pública y su no presentación por los espacios por los que dice estar interesado.
La verdad es que solo se trata una vez más de salir del paso ante sus incumplimientos históricos con la ciudad de Cádiz como la propia Ciudad de la Justicia o el nuevo hospital de Cádiz con años y años de incumplimientos.
Es poco creible haber dejado pasar esta oportunidad y decir que volverán a llamar a la puerta de Zona Franca , cuando esta puerta nunca se les ha cerrado y han sido varias las propuestas de ubicación que ni siquiera han sido contestadas por la Junta de Andalucía.
Es más, prosigue Zona Franca, no ha habido nunca concreción alguna ni sobre precios ni sobre financiación de la misma, recurriéndose al desconocimiento más absoluto cuando se afirma que este tipo de equipamientos puede financiarse con Fondos Feder, hecho éste totalmente imposible pues la Unión Europea no financia este tipo de actuaciones.
Al día de hoy, lo que sí se puede afirmar con rotundidad es que la Junta de Andalucía no ha participado en la Oferta Pública y sí, en cambio, la empresa GTI, de nacionalidad inglesa, que mediante correo electrónico el pasado 15 de diciembre comunicaba a Zona Franca que por correo ordinario remitía su propuesta. que hasta el momento no ha llegado y por lo que hasta que no obre en nuestro poder no se hará ningún tipo de valoración sobre el tipo de empresa, actividad o ubicación dentro de los terrenos de Altadis.
Zona Franca recuerda que la inclusión de Altadis en el actual Recinto Fiscal es ya prácticamente una realidad, una vez que los trámites legales están a punto de culminar y que de hecho ya hay una empresa, además gaditana, que está funcionando en estas instalaciones.
En cualquier caso, Zona Franca, en su línea de colaboración y lealtad institucional ha estado y seguirá estando con las puertas abiertas de par en par, pero para hablar y conveniar de forma clara y concreta y no para servir de muletilla para los incumplimientos y mentiras de otros.
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