Entregarse en cuerpo y alma en Cádiz a un tango que no sea de batea y bandurria o de falseta y coro es a lo que se dedican los gaditanos Cristina del Castillo y Alberto Sahagún, pues están más cerca en arte y oficio a Gardel y Piazzolla, al arrabal y al bandoneón, a Caminitos y Cumparsitas que a Cañamaque y Tío de la Tiza, que a La Viña y el pito de caña, que a los Duros antiguos y Los anticuarios.
Porque Alberto y Cristina, bautizados artísticamente como Alycristango, son bailarines de tango, y de los buenos.
Nacidos ambos en Cádiz en 1975, son pareja sentimental desde hace 20 años y de baile desde 1999. Ella siempre quiso bailar el tango, así que un buen día probaron en la Academia que Mari Reyes tenía en el colegio San Felipe Neri de la capital gaditana. Y les gustó tanto y tanto se involucraron que pasados 12 años eran ellos los que impartían las clases de tango en dicho centro educativo.
Ahora se dedican las 24 horas del día de los 365 días del año al baile argentino por excelencia como pareja de tango-salón dentro del tango argentino y muestra de su talento es que representaron a España en la Cumbre Mundial de Tango que tuvo lugar en Finlandia en 2011 y volverán a hacerlo en la localidad argentina de Zárate, Capital Provincial del Tango, desde el 25 de febrero al 8 de marzo de 2015, para demostrar “cómo unos no argentinos bailan el tango como argentinos, al menos eso dicen los argentinos”.
Además, esta pareja continúa con la enseñanza del tango tres días en semana, dos en Jerez y uno en San Fernando, para hacer llegar esta disciplina del baile a todas las personas sin importar su edad ni condición física, algo que mejorarán practicando este baile, sin duda.
Alycristango cuentan en su haber con cinco espectáculos de producción propia, siendo el que representan en la actualidad el llamado Entre-tangos, y en total tantos que ni lo saben. Precisamente Entre-tangos fue presentado en el Gran Teatro Falla de Cádiz en 2012 acompañados de bandoneón, piano y cantor.
A modo de broche cabe reseñar que esta pareja de bailarines protagonizaron en 2002 un anuncio para McDonalds rodado en una bodega jerezana y exhibido en Francia, Luxemburgo y Bélgica, dando vida a unos bailarines de tango que aspiraban con su baile a ganar una hamburguesa de ternera argentina.
Asimismo intervinieron al año siguiente en la película italiana Meucci y Alberto tuvo una peculiar intervención en un documental de National Geographic en el que se comparaba el ritual de apareamiento de una especie de araña con el baile argentino.
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