'La Marcha por la Vida', secundada por medio millón de personas según los organizadores, aunque no se han facilitado cifras oficiales, partió al mediodía de las cercanías del Ministerio de Igualdad y concluyó en una movilización festiva que ocupaba casi la totalidad de la madrileña Plaza de Neptuno y uno de los laterales del Paseo del Prado hasta Cibeles.
Tras el acto de Madrid, al que asistieron diputados del PP y un concejal del PSOE, las protestas más numerosas se han celebrado en ciudades como Zaragoza y Granada, donde más de 2.000 personas se han concentrado con pancartas con el lema “No existe el derecho a matar. Existe el derecho a vivir”.
La concentración de Granada ha derivado además en enfrentamientos verbales entre participantes en la protesta y un grupo de personas a favor del aborto, que se han intercambiado insultos a gritos, aunque la Policía ha conseguido poner fin al incidente de forma pacífica.
También en Girona, se han enfrentado a gritos un grupo de personas a favor del aborto y otro en contra de la interrupción voluntaria del embarazo, después de coincidir en la plaza del Vi las dos marchas en las que participaban.
En Valencia, cientos de personas, entre ellas el vicepresidente tercero del Consell, Juan Cotino, y los concejales del PP en el Ayuntamiento Marta Torrado y Alfonso Grau se han concentrado “por el derecho a vivir” frente al Consistorio valenciano con pegatinas y globos rojos, al igual que los asistentes a la marcha que ha transcurrido por el centro de Madrid.
Otras 500 personas, según los convocantes –150, según la Policía–, se concentraban en Santa Cruz de Tenerife para pedir, como en el resto de las concentraciones, que a las embarazadas se les dé la información suficiente para que no recurran “a lo que debe ser la última de las soluciones”.
En esta protesta, se han recogido firmas para pedir en el Congreso de los Diputados que se retire la reforma que regula la despenalización del aborto en tres supuestos.
Medio millar de personas, la mayoría familias con niños como en el resto de las marchas, han salido a la calle en Santander para mostrar su oposición a la reforma de la Ley del Aborto, bajo una carpa instalada en la plaza Porticada.
En Ávila, la concentración ha contado con más de trescientos participantes, que, en la plaza de Santa Teresa y bajo la lluvia, exigían que las leyes protejan el derecho a vivir y que se respete el derecho a la objeción de conciencia del personal sanitario.
A esta concentración han asistido varios representantes del PP de esta provincia, como su presidente de honor, Feliciano Blázquez, o el eurodiputado Agustín Díaz de Mera.
En Toledo, unas 300 personas, entre ellas algunos dirigentes provinciales del PP, secundaban la convocatoria de Derecho a Vivir coreando consignas como “Aborto, asesinato”.
También en Lleida se ha celebrado una concentración en contra del aborto y la eutanasia, a la que han asistido varios centenares de personas.
Gritos como “Si no lo quieres, dalo en adopción” o “Matar al niño no es la solución” se han repetido en otras ciudades españolas en las que la organización Derecho a Vivir había convocado las concentraciones.
EL PSOE CRITICA AL PP
La secretaria de política institucional y autonómica del PSOE, Mar Moreno, denunció ayer la “moral prêt-à-porter” del PP ante el aborto, ya que mientras los populares estuvieron en el Gobierno se practicaban interrupciones del embarazo “sin que se vieran manifestaciones, lazos en cofradías o carteles”.
Durante una rueda de prensa, la dirigente socialista ha expresado el “respeto más absoluto” del PSOE ante la manifestación contra el aborto, aunque ha considerado que “la mano que mece” esta marcha no es moral ni religiosa, sino “claramente política: la del PP”. Este partido, dijo, “alienta” y respalda con “una presencia muy importante de sus dirigentes y cargos” la manifestación de ayer, a pesar de que “por una cuestión de imagen” ninguno de sus líderes haya querido encabezar la marcha.
“Deben explicar por qué ese discurso contradictorio”, agregó, ya que, bajo su punto de vista, al PP “le gustaría estar acompañando a esa base social”, puesto que son parte de sus votantes, pero al mismo tiempo “teme que se les identifique” con una postura que, hoy por hoy, está alejada del debate social. Insistió cómo es posible que durante los ocho años de Gobierno del PP se practicaran abortos sin que hubiera manifestaciones en contra y, ahora, los populares “se tiran a la calle” cuando el Ejecutivo socialista plantea reformar la ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo.
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