Hoy hablamos con dos extrabajadores de Delphi que permanecen encerrados en el edificio de los sindicatos en un acto protesta para demandar una solución para los quinientos extrabajadores que aún están a la espera de que la Junta de Andalucía cumpla con el protocolo firmado en su día.
“¿Cómo explicar esta situación tan desastrosa?”, se pregunta José Gómez, ex de Delphi, para señalar que “hay sentimientos de ira, de impotencia, de frustración, de rabia, de dolor, es un desastre moral”.
Así, recuerda que días atrás, “por ejemplo cuando venía en coche al encierro, lo hacía con dos compañeros a los que les pedí el favor de llevarme, y entonces me llamó mi hijo para decirme que no tenía ni pan, ni leche, para llevar al colegio… ¿qué le digo a mi niño?...Camino de Cádiz que iba sin tener dinero ni para venir acá…no tengo ni dos duros en el bolsillo, ¿cómo se te queda el cuerpo y el alma? ¿Cómo canaliza uno esta situación?... estamos muertos en vida. Vienen días tras días, impotente, frustrado al ver a tu propia familia metía en mierda, porque es mierda no tener ni para pagar la energía, o no tener para darle alimentos a tus hijos…”.
Gómez señala que “nos han dejado sin vida y luego te enteras de la cantidad de millones de euros que se han llevado, y claro, te vuelves loco… y así estamos aquí, como yo, loco y majaras perdidos, así esto yo, loco, lleno de dolor, de rabia y de odio ante la falta de solidaridad de este pueblo, y no hablo de Cádiz, hablo de los que nos gobiernan que son capaces de dejar tiradas a quinientas familias, y para colmo luego llegan tus propios compañeros sindicalistas y te echan mierda en lo alto para hundirte del todo”.
“Con la rabia, el odio y los sentimientos que tengo mi relato no es nada constructivo, pero es lo que siento, siento que estoy muerto en vida”, concluye.
Por otro lado, Juan Huerta, extrabajador de Delphi, recuerda que “llevo siete años parado, al igual que muchos de mis compañeros. Llevo más de un año dependiendo de mis padres y de mi suegro porque la verdad, con lo que tengo no me llega. Tengo una hija de 17 años que está estudiando y nos cuesta mucho dinero sus libros porque encima las becas no te las dan como deberían dártelas y eso hace que la desesperación crezca”.
De hecho, “uno se levanta todos los días sin saber bien qué hacer, desesperado, uno acaba harto de echar currículum, de hablar con mucha gente para intentar trabajar y siempre encuentro la misma respuesta, es decir, que tengo 48 años y que con esta edad es muy complicado”.
Huerta explica que “cuento con 400 euros al mes, no tengo otra ayuda, no tengo más ayudas, tengo una beca que es muy baja, es de 200 euros y los libros me cuestan 400 euros, aparte los materiales”.
De hecho, relata que su “día a día es así, dependo de familiares, buscando siempre que me den algo porque no tengo absolutamente nada… tenía un dinero guardado que me lo estoy comiendo. De aquí al verano ya no sé qué voy a hacer, como de aquí al verano no tenga una solución va a ser una locura de verdad. No sé qué hacer, no sé cómo irme al extranjero, he pensado de todo para sacar a mi familia para adelante, no tengo oficio, no tengo nada y en el extranjero tendría las mismas posibilidades que aquí, es decir muy pocas por mi edad. Cuando cerró Delphi tenía 40 años y podía haber tenido alguna oportunidad en alguna empresa y había más trabajo que hoy en día, pero hoy ya es muy complicado”.
Huerta reconoce que espera que “este encierro sirva de algo, al menos para que la Junta de Andalucía se dé cuenta de lo que está pasando y nos dé una solución. Nos dejó tirados y eso no lo puede hacer”, y es que “necesitamos una solución ya, porque es que aquí va a ocurrir algo gordo, porque somos muchas las familias que dependemos de esto y si la Junta nos deja tirados que acarree con lo que ocurra porque más de una locura va a ocurrir. Espero que no, pero está claro que así no podemos seguir, en mi caso, como de aquí al verano siga así, la verdad, no sé qué voy a hacer, pero me puedo volver loco porque en mi casa no puedo estar metido dándole vuelva a la cabeza. Yo ya estoy loco perdido, estoy de mal humor siempre, con mi familia, estoy lo está pagando mi mujer, mi hija, mis padres, yo estoy cambiando de carácter por culpa de esta situación”.