Si preguntásemos a un niño de catequesis qué es hacer la Primera Comunión, más o menos todos tendrían claro que es recibir a Jesús por primera vez, y que no es el vestido, ni el banquete, ni la sesión fotográfica, ni los regalos, lo verdaderamente importante. Pero a la hora de la verdad suele ser otra cosa; bien porque los padres impongan o porque los niños exijan, se acaba haciendo año tras año, lo mismo de lo mismo, un desembolso descomunal que ahoga a muchas familias y que aleja la atención del sentido religioso que tiene esta celebración.
Es tanta la presión social, el acoso del comercio, que los padres acaban convirtiendo la celebración central del cristianismo, en una excusa para la ostentación y la primera fiesta infantil del consumo. Justo lo contrario de lo que los niños han estado tratando de asimilar durante los dos años de catequesis.
Esto es precisamente lo que quieren evitar en el Colegio San Felipe Neri pasando la Primera Comunión a un día entre semana. Así lo ha confirmado a este periódico el director del centro, Victoriano Viñuelas. En un principio se baraja el miércoles, para que los niños lo celebren con su familia por la tarde y al día siguiente vuelvan al clase.
De momento, la dirección lo está tratando con los grupos de catequesis y con los padres afectados. El colegio pretende que la medida pueda entrar en vigor el año que viene, pero todo dependerá de si se llega a un consenso.
Una celebración infantil que recuerda a una boda.
Tradicionalmente se dice que una comunión es una boda en miniatura y, aunque los costes no son tan elevados como en un enlace, suponen un gran desembolso para los padres. Es verdad que con la crisis, los gastos han disminuido con respecto a otros años, pero en cualquier caso, se estima que cada familia Cada familia gaditana gastará en torno a unos 2.700 euros por niño, según datos de la Unión de Consumidores de Andalucía. Andalucía es una de las comunidades que más gasta de España en este tipo de eventos. efe
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