El pasado viernes se celebró el Vía Crucis oficial del Arzobispado Castrense de España, que este año ha tenido a la ciudad de Cádiz como sede al estar presidido por el Cristo de la Expiración.
El acto se dedicó, por expreso deseo del arzobispo castrense, Juan del Río Martín, al momento actual que está viviendo la Iglesia con motivo de la renuncia del Papa y la sede vacante. De hecho, la homilía trató sobre la figura del Papa emérito, Benedicto XVI, a quien Juan del Río se refirió como una persona sabia y humilde.
Al término de la misa y tras rezar la primera estación del Vía Crucis en el interior de la iglesia, el cortejo comenzó a salir a la plaza del Falla, donde se habían congregado muchísimos gaditanos para seguir este acto de culto. El ejercicio piadoso contó con representaciones del Ejército de Tierra, de la Armada, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional y una representación de la asociación Polillas.
Fue posiblemente el Via Crucis con más representación militar de los que se recuerdan en Cádiz. El comandante-almirante de Acción Marítima de Cádiz, Manuel Ferreiro Sánchez, fue la máxima autoridad militar que asistió a la Castrense, acompañado por el subdelegado de Defensa, Vicente Pablo Ortells; el coronel jefe del RACTA 4, Felipe de la Plaza; el coronel del Centro de Formación de Camposoto Cefot 2, Fernando Caballero; y el teniente coronel de la Guardia Civil en Cádiz, Antonio Tocón, que por su cargo ejerció como hermano mayor honorario de la cofradía de Expiración. Igualmente, participó del vía crucis el capellán del Juan Sebastián Elcano.
Este acto de Cuaresma se realiza cada año en un templo castrense del país, y en esta ocasión la elegida fue la parroquia del Santo Ángel, en la capital gaditana.
