De los cinco partidos que el equipo amarillo ha jugado esta liga fuera de casa, sólo uno ha llegado al final con los once cadistas sobre el terreno de juego. Fue en la sexta jornada, cuando los de Alberto Monteagudo se impusieron por 0-2 al Real Betis B en el estadio Benito Villamarín, un partido en el que se cambiaron las tornas y fueron los verdiblancos quienes terminaron con un hombre menos por expulsión de Manu Herrera, que dio un codazo a Belencoso (m. 76).
La mala racha en cuanto a expulsiones se inició en la segunda jornada liguera. El Cádiz CF visitaba al San Fernando CD en Bahía Sur y el lateral derecho amarillo, Aitor Núñez, cometió un penalti que, además, supuso su expulsión con cartulina roja directa en el minuto 37. Esa acción condicionó el derbi provincial, que terminó con empate a uno gracias a un gol, también de penalti, de Pablo Sánchez.
Tras ganar 3-1 a la Balona en el Carranza, el Cádiz CF visitó en la cuarta jornada liguera al CF Villanovense. Allí debutó Edison Torres, pero duró media hora en el terreno de juego porque vio una polémica roja directa que rompió el partido y cimentó la derrota gaditana (1-0).
Torres fue de nuevo protagonista en la octava jornada, que llevó al Cádiz CF hasta tierras murcianas para medirse al UCAM con empate a cero final. En esta ocasión, el sudamericano fue amonestado dos veces, la segunda dejando a los suyos con diez a cinco minutos del final.
Tras golear al líder Cartagena, que se quedó con uno menos a la media hora por expulsión de su portero, los amarillos han vuelto a jugar fuera de casa. Y de nuevo han visto una roja, en este caso Bermúdez. Dos faltas del lateral izquierdo dieron con sus huesos en el vestuario a falta de diez minutos para el final. Diez minutos malditos para el equipo amarillo, ya que en ellos se pasó del empate sin goles a un doloroso 2-0 a favor del CP Cacereño.
A estas expulsiones se une la sufrida por Domingo en el tiempo añadido del partido en casa contra el San Roque (2-2). En total son cinco tarjetas rojas las que lleva el Cádiz, cuatro de ellas en los cinco partidos fuera de casa. Sin duda, un número excesivo y contradictorio para un equipo que muestra una fragilidad defensiva alarmante.
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