En Cádiz, la economía azul no es un concepto nuevo. La relación de la ciudad con el mar es histórica, tan antigua como el propio devenir de su puerto y su gente. Sin embargo, el futuro exige la capacidad de transformar ese legado hacia un modelo económico que respete los límites de los océanos y los recursos naturales. Así lo destacó anoche Fran González, delegado del Estado para la Zona Franca de Cádiz, en el programa Publicaciones 7.0 de 7TV Andalucía, conducido por la periodista Ana Huguet. González señaló que el reto es "hacer sostenible en el tiempo un modelo de un sector tradicional", aprovechando el conocimiento y la innovación, una idea con la que coincidía plenamente el rector de la UCA, Casimiro Mantell, quien lo acompañaba sentado a su lado.
Con este objetivo, hasta hoy se celebra el Blue Zone Forum-Innovazul 2024, un congreso organizado por la Zona Franca de Cádiz y la UCA, que explora el potencial de la economía azul. Este sector mueve 6.000 millones de euros anuales y ha visto un aumento de inversiones, especialmente de la Unión Europea, que superaron los 13.000 millones entre 2018 y 2023.
Cádiz se posiciona como un centro de innovación con proyectos como Incubazul, que ha evaluado más de 130 iniciativas, y Blue Core, con una financiación de 10,5 millones de euros de la UE. Estos proyectos impulsan el crecimiento de empresas emergentes en la economía azul. En educación, la UCA lanzará nuevos grados especializados en economía azul y logística portuaria para formar a las futuras generaciones en este sector, , donde persiste la brecha de género en ciencia y tecnología. Aunque las mujeres son mayoría en algunas titulaciones, su representación disminuye en los niveles altos de investigación y liderazgo, un desafío que, como destacó Mantell, debe abordarse para asegurar una mayor participación femenina en la economía azul.
La capacidad de la región para adaptarse y generar empleo cualificado en torno al mar es un elemento crucial para el futuro de la economía azul. Fran González señalaba que el 70% de las empresas incubadas en la Zona Franca son iniciativas de egresados de la UCA, subrayando la estrecha relación entre la universidad y el sector empresarial.
González destacó la necesidad de una mano de obra cualificada para impulsar la economía azul, un modelo de innovación tecnológica, y subrayó la importancia de la colaboración entre administraciones y sector privado.
También se abordó la sostenibilidad desde una perspectiva social y ambiental. Rogelio Santos Queiruga, profesional del mar y divulgador, alertó sobre la urgente situación de los océanos, señalando que "los océanos se están agotando, se continúa pescando por encima de las posibilidades, a pesar de las normativas existentes".Por su parte, Laura Pérez, directora del ECOALF, subrayó la gravedad de la contaminación marina, destacando que "cada minuto, el equivalente a un camión de basura se deposita en los océanos, y el gran problema es que, una vez allí, la basura está oculta, convirtiendo los océanos en vertederos invisibles. El 85% de la basura que llega al mar se hunde, lo que hace aún más difícil visualizar la magnitud del problema". Para ellos, el reto es claro: "Todos tenemos la capacidad de tomar decisiones que van a impactar y que van a hacer que podamos proteger o no los océanos".
Ferran Adrià, uno de los platos fuertes del evento, reflexionó sobre la innovación en todos los sectores, incluida la economía azul. "La innovación no es fácil; es compleja y poliédrica. Pero es imprescindible que arriesguemos. Sin personas valientes, la humanidad no habría evolucionado", afirmó.
Además, subrayó el papel crucial de la gastronomía en la economía azul, destacando a Ángel León como un referente mundial en sostenibilidad marina. "La gastronomía tiene un papel fundamental, y en Cádiz tenemos a Ángel León", señaló Adrià.
En cuanto a la innovación en la alta cocina, explicó que, de los 8 millones de restaurantes en el mundo, solo unos 10 luchan por lo que se llama innovación disruptiva. "No todos, como Ángel León, llegan a conseguirlo", puntualizó, refiriéndose a los grandes chefs que están empujando los límites de la cocina sostenible.
Adrià también se refirió a la situación de los inmigrantes en la hostelería, reivindicando unas condiciones laborales dignas para ellos, fundamentales para el sector. "El 35% de los trabajadores en hostelería son inmigrantes. Necesitamos salarios dignos, conciliación familiar y mejores condiciones laborales. Esto elevará los precios, pero es el único camino hacia la sostenibilidad", destacó. "Si no fuera por los inmigrantes, no comerías en ningún sitio. Hay que cuidar a estos inmigrantes. Lo que no puede ser es que, porque soy inmigrante, cobre menos. Al contrario", subrayó, enfatizando la importancia de reconocer el papel esencial que desempeñan en la hostelería hoy en día.
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