El primer edil ha recordado que su equipo de Gobierno está siendo “más restrictivo” que el anterior con las licencias de viviendas con uso turístico, y ha asegurado que “trabajamos para generar espacios y una actividad sostenible” con apuesta firme por la cultura, por ejemplo.
En cuanto a los buques turísticos, ha considerado que “el impacto de los cruceros es muy positivo”. Para comprobar su afirmación, ha invitado a preguntar a comerciantes y hosteleros.
“Detrás de cada crucerista hay empleo”, ha agregado, apuntando que se benefician negocios de todo tipo, como dentistas y ópticas, pero también el sector del metal, dado que el astillero de Navantia en Cádiz se ha especializado en la reparación de este tipo de barcos.
“No sé donde está la crítica”, ha añadido, porque, ha ironizado, “los cruceristas no duermen en viviendas turísticas”, y ha puesto en valor el sistema OPS, para la carga eléctrica de los cruceros atracados en el muelle que desarrolla la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) para reducir drásticamente las emisiones contaminantes.
“Creo que esta carrera que han emprendido algunos” contra el turismo “no es positiva para la ciudad”, ha añadido.
De hecho, ha recordado que primero se criticaba que no llegaran cruceros, luego, “que llegaran pero los pasajeros no se bajaran”, y “cuando conseguimos que lo hicieran, se criticaba que no gastaban”; y ahora, “que hay demasiados”.
“Queremos que vengan”, ha concluido, remarcando que Cádiz está ubicado en un sitio estratégico privilegiado. “Hace 3.000 años, los fenicios ya llegaron aquí”, ha finalizado.