Una diana floreada y Cai, de Niña Pastori, han despertado a Fátima Guerrero, isleña, que completó hoy su primer crucero de instrucción a bordo del Juan Sebastián de Elcano, con la llegada del buque escuela al Puerto de Cádiz.
“Desde las seis de la mañana estaba llorando”, admite, por las vivencias acumuladas durante seis meses y los nervios por el reencuentro con la familia.
Con palabras de cariño para Esther y Carolina, “compañeras de batalla” durante los siete meses de travesía, destaca la espectacularidad de cada una de las escalas en los puertos del buque escuela: en Las Palmas, Fortaleza (Brasil), Santo Domingo (República Dominicana), Manzanillo (México), San Diego (EEUU), Balboa (Panamá), Nueva Orleans (EEUU), Boston (EEUU), Londres (Reino Unido) y, especialmente Marín, donde se embarcó su padre, también Marino, para hacer la travesía hasta Cádiz.
“Es un orgullo poder navegar en el Juan Sebastián de Elcano y hacerlo con mi hija”, dice emocionado.
En el muelle, entre abrazos y lágrimas, alegría desbordante, destaca la escena protagonizada por Manuel Caramé, también de San Fernando y gardamarina, cuya mayor motivación para llegar a Cádiz era volver a dar un beso a Carmina, su abuela de 96 años.
Hoy, relata ésta, ha hecho todos los esfuerzos para volver a ver a su nieto. “Le pedía a Dios que me diera unos diitas más para verlo llegar”, bromea radiante.
El buque escuela permanecerá en Cádiz hasta las 15.30 horas antes de poner rumbo a La Carraca, donde se someterá a su puesta a punto.
Los 21 oficiales, 21 suboficiales, 135 marineros y dos maestros civiles han sido recibidos por las autoridades civiles y militares, el comandante general de Infantería de Marina (Comgeim), Rafael Roldán Tudela y el alcalde de la ciudad de Cádiz, Bruno García.
Durante 140 días, la tripulación ha atravesado el Atlántico, remontado los ríos Támesis y Misisipi, y cruzado dos veces el canal de Panamá.
Éste ha sido el 96 crucero de instrucción realizado por el buque de la Armada Española. Un año más, el propósito de la travesía ha sido contribuir a la formación integral de los alumnos embarcados, mediante la instrucción y el adiestramiento en mar y en puerto. La experiencia en alta mar ha formado parte del plan de estudios del tercer curso de carrera y ha servido para profundizar los conocimientos de los estudiantes en Navegación, Astronomía, Meteorología, Operaciones Anfibias, Apoyos y Servicios de Combate y Maniobra. Además, ha continuado con las investigaciones y observaciones del proyecto 'Observatorio del cambio climático a bordo del buque-escuela Juan Sebastián de Elcano'. Una experiencia "intangible e insustituible" para la formación de los futuros oficiales de la Armada.
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