Este sábado, la Junta de Andalucía remitió a los medios de comunicación una nota de prensa en la que confirmaba que, efectivamente, los vecinos de la 7ª y 8 fase del Cerro del Moro recibirán sus nuevas viviendas en régimen de alquiler durante 50 años, como en el caso de las seis fases anteriores del proyecto, y manifestaba que, mantenidas las primeras reuniones con los afectados, estos “han mostrado su tranquilidad por la claridad de la información recibida”.
El portavoz de las 67 familias que esperan desde hace 30 años una solución a su situación niega la mayor.
La Administración autonómica saca pecho por “transparencia” en las comunicaciones, “pero nos enteramos por la prensa que “las viviendas se licitan bajo el epígrafe de VPA, es decir, viviendas en alquiler a 50 años”, lamenta.
“Es indignante”, advierte, y denuncia que la única opción planteada hasta este giro era que continuarían siendo propietarios, asumiendo el coste de la demasía de metros de los nuevos pisos en relación con los que ocupan actualmente, que podrían pagar en diez o 25 años, según las circunstancias económicas particulares de cada caso.
Condiciones, remarca, similares a las de la sexta promoción, aunque la Junta de Andalucía diga ahora que no fue así, “porque no se perdía la propiedad, como sí ocurrirá ahora”.
En cuanto a las reuniones individuales mantenidas con responsables de AVRA, explica que “le están pintando las cosas muy bonitas, los tratan con condescendencia, que van a tener una casa de ensueño y las mejores calidades”.
Sin embargo, “no les explican qué pasa si uno de los vecinos que ocupe los inmuebles fallecen antes de que se cumpla el plazo de 50 años, si sus hijos tendrán derecho de acceso a la vivienda”, advierte. Ni tan siquiera están recibiendo detalles de las condiciones del alquiler.
“Los vecinos no están satisfechos” con el curso que está tomando la situación. “Están llorando porque no saben a qué atenerse, con un ataque de nervios”, sostiene.
“No hay otra solución alternativa más que vender sus pisos actuales o quedarse donde están”, apunta, pese a que los pisos están situación ruinosa, infestados de insectos y ratas.
“Las reuniones no están siendo útiles, parecen que son un simple sondeo o se hacen para presionar”, razona, y teme que “nadie quiera asumir la responsabilidad” de lo que considera un error en la financiación que “convierte a propietarios en inquilinos”.
En cuanto al papel del alcalde, Bruno García, critica que el primer edil parezca que ejerce en esta ocasión “de presidente del PP” en lugar de defender los derechos de los vecinos.
Y adelanta que el problema será abordado en el próximo Pleno municipal gracias a la colaboración del PSOE y Adelante Izquierda Gaditana, que se han comprometido a dar nuevamente voz a los afectados.
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