Mientras que en otros países europeos esta industria del ocio está plenamente consolidada, en España, a pesar de mover más de 1.200 millones de euros, está miniaturizada en pequeñas firmas y no cuenta con el potente respaldo que reciben los creadores del cine o la música, asegura a Efe, el coordinador del máster de creación de vídeojuegos de la UAB, Enric Martí.
Los máster que ofrecen diversas universidades proporcionan una visión del proceso de producción de un videojuego, tanto de la programación necesaria como de la vertiente más artística y de contenido.
El máster de UAB cuenta con dos itinerarios claros: el de programación, dirigido a un perfil de ingenieros o físicos, y el de diseño de contenidos y “guión” de la historia, donde se sienten más cómodos licenciados en Bellas Artes o Comunicación Audiovisual.
El responsable del itinerario de programación del mismo máster, Jordi Arnal, explica que en el desarrollo de una superproducción comercial -como el bélico “Call of Duty”- pueden llegar a trabajar hasta un centenar de personas durante dos o tres años.
No obstante, existen otros referentes más modestos pero igualmente con millones de seguidores y “con un impacto comercial brutal”. Es el caso de los adictivos Angry Birds.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es