El cardenal arzobispo de Madrid y actual presidente de la CEE, Antonio María Rouco, y el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, actual vicepresidente, terminan así un mandato que comenzó en marzo de 2008 con una votación que ganó Rouco por un voto.
No se renueva por contra la figura del secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal, actualmente Juan Antonio Martínez Camino, ya que este cargo es por cinco años y por tanto tiene mandato hasta 2013.
Los estatutos de la CEE permiten la reelección por un segundo mandato de tres años, por lo que se espera que vuelva a salir elegido Rouco como presidente.
No es tan probable la elección de Blázquez dada la intensa agenda de viajes que realiza desde que el pasado mes de septiembre fue nombrado “visitador apostólico” para investigar al Regnum Christi, el movimiento laico de los Legionarios de Cristo.
También deberá ser renovado el Comité Ejecutivo, compuesto por el presidente, vicepresidente y secretario, además de cuatro vocales elegidos por la Asamblea.
Dos de los actuales vocales –los arzobispos de Barcelona y Valencia, Lluís Martínez Sistach y Carlos Osoro– han cumplido ya dos trienios en el cargo, por lo que deberán ser sustituidos.
En cuanto a las comisiones episcopales, la norma de los dos mandatos consecutivos, obliga a hacer cambios en la presidencia de al menos ocho de las catorce.
Las votaciones son secretas y no es preciso proponerse como candidato, ya que todos los obispos pueden votar por cualquiera de sus compañeros.
Para ordenar el proceso, las votaciones van precedidas por una “votación de sondeo” que permite a la Asamblea
conocer con qué apoyos cuenta cada obispo y quiénes son los candidatos con mayores posibilidades antes de la votación oficial.
La elección es por mayoría absoluta en las dos primeras vueltas; si hubiera empate en la tercera, se designaría presidente al obispo de mayor edad.
Las votaciones comenzarán esta tarde y está previsto que las elecciones definitivas de presidente y vicepresidente se determinen el martes mañana por la mañana.
Habrá tres posibles rondas para elegir los cargos de forma que si no se consigue la mayoría absoluta en la primera, ni en la segunda, se votaría en una tercera únicamente entre los dos candidatos que hubieran recibido
más votos en la segunda vuelta.
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