El Pleno del pasado viernes se saldó con un nuevo enfrentamiento a cuenta del debate de las iniciativas que presenta la oposición. Tras las denuncias de Adelante Izquierda Gaditana por el uso y abuso faltos de ética, en opinión de su portavoz, David de la Cruz, de las enmiendas de sustitución por parte del PP, en la sesión de marzo ha sido el socialista Óscar Torres el que ha advertido de que los populares desvirtúan el debate e imponen la mayoría absoluta.
El equipo de Gobierno se defiende. En declaraciones a VIVA CÁDIZ, fuentes municipales indicaron que estaban dispuestos a hablar del asunto en cuestión, la subida del agua en alta en un 110% decretada por el Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, con el apoyo de los representantes del PP en el ente, y culpan a Torres de retirar la propuesta porque sabía que no iba a ganar la votación.
Pero, al mismo tiempo, con este argumento, da la razón al propio Torres al hacer referencia al rodillo popular.
El alcalde, Bruno García, no se esconde. En más de una ocasión, ha indicado que los gaditanos eligieron al PP de manera mayoritaria. Y, con el resultado de las urnas y el número de concejales con los que cuenta en el Pleno, justifica que esté dando pasos en cuanto a la reapertura al tráfico de Veedor, por ejemplo, y la paralización del proyecto de peatonalización de Avenida de Portugal, o que diversifique la oferta de vivienda, no ofreciendo únicamente inmuebles en alquiles social, son también protegidos a precio asequible o de renta libre.
La oposición replica que las decisiones que toma no estaban en el programa electoral del entonces candidato popular. Es cierto que el ahora primer edil no detalló cada una de las medidas, pero tampoco ocultó sus intenciones, entre otras cosas, porque Bruno García asumió el discurso del grupo municipal popular en la oposición y lo que hoy decide en muchas cuestiones, ya habían sido defendidas por Juancho Ortiz.
El alcalde, que teme que la oposición arme un discurso contra su gestión que le convierta en un dirigente antipático, se esfuerza, por tanto, en insistir en que las formas son otras en comparación con José María González, Kichi, que nunca quiso, es verdad, tener una relación fluida con el PP.
¿Es suficiente? El mandato todavía se encuentra casi en sus primeros compases, habida cuenta de que Bruno García ha querido tomarse su tiempo desde que empuñó el bastón de mando y comenzó a tomar decisiones de calado. No parece tener una contestación social seria. Ha salvado dos conflictos serios, el de limpieza en Carnaval y ayuda a domicilio. Pero el termómetro social no es fácil de interpretar. Semana Santa da tregua. Vivienda y empleo seguirán en agenda el Lunes de Pascua. La sequía se suma como reto. Antes de verano, cumplido el primer año de Gobierno, habrá elementos más sólidos para valorar.
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