El azar del destino quiso que
el Cádiz jugase de local el mismo día que se celebra la Gran Final del COAC. Además, su rival, el Betis, conjunto de una ciudad muy carnavalera y que ya de por sí mueve a muchas personas a acudir a la Tacita de Plata.
El viernes tienen dos motivos, Carnaval y fútbol. El partido, que se disputará a las 21.00 horas, fue declarado de alto riesgo, pero el dispositivo está organizado para que no haya incidentes.
Dejando las coincidencias a un lado,
el conjunto de Pellegrino se enfrenta al de Pellegrini y ambos tienen objetivos contrapuestos.
Mientras unos piensan en la salvación, otros sueñan con Europa. Por tanto, ninguno querrá dar su brazo a torcer.
El Cádiz llega tras sumar dos puntos dejando su portería a cero ante el Athletic Club y el Villarreal. Ahora,
los amarillos quieren dar un pasito más y lograr así brindar una victoria a su afición por Carnaval.
Pellegrino tendrá que hacer frente aún a la
baja de Javi Hernández, la cual solventará nuevamente con Lucas Pires, que está realizando un buen trabajo pese a que tiene que mejorar en algunos aspectos que le hacen cometer a veces errores un tanto infantiles.
La buena noticia para el técnico cadista es que
regresan los sancionados Rubén Alcaraz y Fali, dos jugadores importantes para el equipo. También tendrá ya a su disposición a los dos últimos refuerzos del mercado invernal que fueron presentados esta semana:
Aiham Ousou y Samassékou. Habrá que esperar para comprobar si tienen ante el conjunto bético sus primeros minutos con la elástica amarilla.
Por su parte,
el Betis afronta el partido con la muy sensible baja de Isco Alarcón, con una lesión muscular que se produjo ante el Getafe, que deja al chileno sin una de los jugadores claves de su engranaje y que le obliga a reajustar una vez más sus piezas.
Para ello,
Pellegrini podría alinear en esa posición al francés Nabil Fekir, quien ya jugó todos los minutos ante el Getafe tras una gestión a fuego lento de sus tiempos tras superar una grave lesión de rodilla y que está llamado a dar el paso para liderar el ataque bético en ausencia del de Arroyo de la Miel.