Blanca Flores no ha citado hoy a Fernando Quiñones durante su intervención n el acto público de presentación como subdelegada del Gobierno en Cádiz. Ha recurrido a Aristóteles para explicar el modo en que asume la responsabilidad: “El que ha de ser un buen gobernante debe haber sido gobernado primero”.
Sí recurrió al ilustre literato gaditano el delegado del Gobierno, Pedro Fernández, con aquello de que “el cante no se entiende, se vive”, para animarla a entregarse con pasión y dedicación a las tareas para las que ha sido designada.
Este hecho en sí mismo, teniendo en cuenta que, pareja a la amplia trayectoria profesional en el ámbito educativo y político de Flores se encuentra su defensa de la memoria de Quiñones, sería noticia en sí misma.
Pero lo que realmente despertó la curiosidad fue poner nombres y apellidos a las ausencias y presencias entre el numeroso público, entre autoridades civiles y militares, representantes públicos de las administraciones, entidades sociales y agentes económicos, que se reunió en el Parador con invitación de la Delegación del Gobierno en Andalucía.
Entre los que faltaron, destacaron José Pacheco, el antecesor de Flores en el cargo, y Juan Carlos Ruiz Boix. El secretario general del PSOE de Cádiz y alcalde de San Roque y diputado nacional habría defendido para el puesto a Cristina Saucedo en lugar de la elegida finalmente para el desempeño de representar, nada más y nada menos, al Ejecutivo de Pedro Sánchez en la provincia.
Sí acompañaron a la subdelegada Fran González, por Zona Franca, y los alcaldes de Rota, Javier Ruiz Arana, y San Fernando, Patricia Cavada, y, como no podía ser de otra forma, José María Román, primer edil de Chiclana y valedor de Flores ante la dirección nacional del PSOE (no olvidemos que la propia Flores dijo el viernes pasado que su nombramiento “viene de arriba”) junto con su hermano, Rafael Román.
En el ámbito estrictamente local, Óscar Torres y José Ramón Ortega, junto al resto de los concejales socialistas, ocuparon asiento también en el Parador, pero sorprendieron (o no) la asistencia las caras visibles del PSOE en la ciudad en otro tiempo, como Marta Meléndez Carolina Camacho, Raquel Arenal o Marisa de las Cuevas.
El PP, que gobierna el resto de administraciones, cumplió con Bruno García, primera autoridad municipal; Mercedes Colombo, delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz; y Juancho Ortiz, por Diputación.
El acto, solemne, emotivo y sencillo, apenas duró 45 minutos incluyendo las intervenciones, en este orden, del presentador, que dio lectura al interminable currículo de la protagonista, la de ésta y, para la clausura Pedro Fernández.
Antes de que sonaran los himnos de Andalucía y (en versión reducida) España, cantó desde el atril Inma Martínez. La intérprete gaditana optó por “Gracias a la vida” para celebrar que Blanca Flores, después del acto de designación en Sevilla y su estreno ante los medios la semana pasada, es subdelegada del Gobierno.
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