La Dirección General de Tráfico inicia el lunes, 22 de enero, una campaña de vigilancia y control del transporte escolar que se extenderá hasta el viernes 26, y que permitirá detectar cualquier irregularidad, tanto de las condiciones del vehículo, como de los conductores y de la documentación en los autobuses escolares.
Agentes del Subsector de Cádiz de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de las Policías Locales de los ayuntamientos que colaboren en la campaña verificarán el uso del cinturón de seguridad; las autorizaciones y documentos, tanto del vehículo como del conductor; los tiempos de conducción y descanso; velocidad; alcohol y drogas…
Las dos últimas campañas de este tipo desarrolladas por la DGT en la provincia de Cádiz se realizaron en mayo del pasado año 2023 y en diciembre de 2022, en las que se controlaron 260 vehículos dedicados al transporte escolar y de menores, 33 de los cuales (el 12,69%) fueron denunciados por 48 deficiencias e infracciones administrativas de distinto tipo.
En la campaña de mayo de 2023 se controlaron 182 vehículos, de los que 25 (el 13,73%) fueron denunciados por 30 infracciones administrativas, la mitad de ellas relacionadas con la autorización que habilita al transporte escolar, 6 con el seguro de responsabilidad ilimitada, 2 por deficiencias en puertas de servicio y emergencias y otras 7, relacionadas con otros aspectos de la campaña.
En diciembre de 2022 la Guardia Civil de Tráfico y las Policías Locales de los ayuntamientos que colaboraron en la campaña controlaron un total de 78 vehículos, 8 de los cuales (el 10,25%) fueron denunciados por 18 infracciones administrativas, la mayoría relacionadas con la autorización que habilita al transporte escolar (7 casos), con el seguro de responsabilidad ilimitada (5 denuncias), uno por la ITV, así como con otras deficiencias en los vehículos relacionadas con esta campaña (5 casos).
Cero fallecidos desde 2012
El transporte escolar es el primer colectivo de seguridad vial que alcanza el objetivo ‘visión cero’, con cero fallecidos en siniestros de tráfico desde 2012, y según un estudio es uno de los medios más seguros para el colectivo de usuarios de las vías de cero a quince años.
La seguridad del niño depende también del conductor. Respetar las normas, conducir de forma tranquila y relajada, sin agresividad ni brusquedades, dejando un espacio de seguridad y ajustando la velocidad a las circunstancias del tráfico, es la mejor manera de proteger a los pequeños en sus desplazamientos.
La seguridad es la máxima prioridad y las cifras de siniestralidad anuales reflejan que este es un sector seguro. Alrededor de un 40% de toda la flota privada de autobuses realiza servicios de transporte escolar y desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados los sistemas de retención.
El cinturón de seguridad es útil en cualquier trayecto corto o largo, urbano e interurbano. En el autobús escolar el cinturón de seguridad es vida y las asociaciones de padres deben comprobar la seguridad de los autocares de transporte escolar, solicitar al centro la contratación de autocares con cinturones y comprobar que un monitor acompaña a los niños/as durante el trayecto.
La importancia de este tipo de transporte en zona urbana, fundamentalmente en determinados lugares donde existe mayor concentración de colegios, hace importante la participación de las Policías Locales de los municipios, junto a los controles en vías interurbanas que realizarán los agentes del Subsector de Cádiz de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Condiciones técnicas y documentación
Con esta campaña se intensifican los controles rutinarios y periódicos que realiza la Dirección General de Tráfico a lo largo de todo el año para verificar que estos vehículos cumplen con las condiciones que les son exigidas; comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener son los correctos para la prestación del servicio; verificando las condiciones técnicas y los elementos de seguridad, así como los requisitos especiales que debe cumplir el conductor, como el permiso de conducción o los tiempos de descanso.
Desde el curso escolar 2007-2008, todos los vehículos dedicados al transporte escolar y de menores deben estar adaptados a determinadas condiciones de seguridad, como la obligatoriedad de que los menores vayan acompañados en el autobús por una persona debidamente cualificada, la antigüedad máxima de los vehículos destinados a este tipo de pasajeros, el seguro de responsabilidad civil ilimitado o la obligatoriedad de llevar señal de transporte escolar, entre otros, de singular importancia.
De entre ellos destaca la necesidad de que los autobuses lleven instalados sistemas de retención, ya que la máxima es que los menores vayan correctamente sentados y abrochados o con un dispositivo adecuado a su peso, talla y edad. Está comprobado que, a 50 kilómetros/hora, velocidad máxima permitida en vías urbanas, la posibilidad de que un niño sobreviva sin ninguna medida de seguridad es prácticamente nula y que, ni siquiera a poca velocidad, se garantiza su supervivencia.
Un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales. Nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales podrían haberse evitado si se hubiera utilizado un dispositivo de retención.
Además, a partir de 2013, todos los camiones y autobuses nuevos de la UE deben contar con un sistema de frenado de emergencia que se active automáticamente cuando detecta la posibilidad de una colisión.
El 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo, o justo en los instantes inmediatos y, en muchos casos, se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar, o de los acompañantes.
Las iniciativas para la creación de una red de caminos escolares seguros que faciliten el desplazamiento hasta las escuelas a pie, en bicicleta o en transporte público, son una buena contribución a la seguridad vial.
Características que deben reunir los caminos escolares:
- Aceras amplias, con semáforos sin luz ámbar que duren lo suficiente para poder cruzar.
- Parada donde los padres dejen a los niños y de ahí, con un adulto, vayan andando al colegio.
- Los comerciantes ayudan a los que van solos al colegio.
- Prohibición de aparcar a la entrada y salida del colegio, evitando aglomeraciones.
- La señalización indicará que la velocidad máxima será de 30 km/h.
- Parking para bicicletas.
- Policía para regular la entrada al colegio.
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