Cádiz

Coches por la calle Veedor de Cádiz: desde “lógico” a “un peligro”

Varios comerciantes de la calle que va a despeatonalizar el Ayuntamiento y también de El Mentidero opinan sobre la próxima reapertura al tráfico de esta vía

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  • Un turismo circulando esta mañana por Veedor pese a la prohibición. -

“Con los brazos abiertos”. Así acoge Miguel, propietario del estanco El Mentidero, el anuncio de la próxima reapertura al tráfico de la calle Veedor y, por ende, del lateral de la plaza del Mentidero que llega hasta la calle Beni de Cádiz. Los coches volverán a pasar por la puerta de su establecimiento, algo que celebra porque considera que beneficiará a su negocio. “He perdido muchos clientes con la peatonalización, porque antes muchos conductores paraban un momentito en la puerta, compraban rápido y se iban. Así que estoy encantado con la noticia”, sonríe el estanquero.

Sobre las quejas y críticas de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos El Mentidero, del colegio público Carlos III, Miguel apunta que el problema tiene fácil solución, y que pasa por la presencia de la Policía Local en las inmediaciones del centro a la entrada y la salida del alumnado. “Antiguamente había policías en la puerta de los colegios, pues que vuelvan a realizar esta labor y regulen el tráfico a esas horas puntuales de entrada y salida de los niños en el colegio”, resuelve así el asunto.

Esta misma medida la aporta Juan Chicón, propietario del bar restaurante El Serrallo -ubicado en la esquina de El Mentidero con Bendición de Dios- y que también se muestra “encantado” con volver a ver pasar vehículos por la puerta de su local. Chicón asegura que a pocos metros del colegio San Rafael hay un disco que prohíbe la circulación de vehículos durante una determinada franja horaria como medida de seguridad para el alumnado del centro. “Eso lo podrían hacer aquí también, prohibir el tráfico cuando entren y salgan los menores, pero no durante toda la mañana”. “Con un parking ahí al lado, como el que tenemos en San Antonio, no es viable tener toda esta vía cerrada”, agrega el empresario hostelero.

Insiste en que es “una locura” tener clausurado al tráfico Veedor con un aparcamiento subterráneo “justo al lado” y que tiene capacidad para “650 coches”. “Cuando hay coches esperando para acceder al parking, el resto de vehículos sólo pueden salir cogiendo por la calle Zaragoza, y muchas veces tienes que subirte al bordillo con el coche porque si no,no hay forma de pasar. Ni siquiera quitaron ese bordillo cuando peatonalizaron Veedor…”, se queja.

Y en la misma línea se pronuncia Ángel, otro de los comerciantes que se ubica en la calle de la polémica. El propietario de la tienda Electricidad Veedor aplaude la medida tomada por el equipo de Gobierno y la califica de “razonable” y “lógica”. Eso sí, aclara que es partidario de la peatonalización del casco histórico pero con matices: “Yo veo bien que se peatonalicen calles del centro de Cádiz pero se debe hacer con dos dedos de frente, y no cerrar al tráfico una calle que está al lado de un parking de varias plantas. En verano es descomunal la que se forma con los coches ahí en la plaza, unos atascos increíbles desde la calle Buenos Aires”. “Por esta calle siempre han pasado los coches y no se puede peatonalizar”, zanja.

Sin embargo, otros dos negocios instalados en esta misma vía comparten una opinión contraria. En el Freidor Veedor y en el ultramarinos bar El Veedor defienden la peatonalización y lamentan que el Ayuntamiento vaya a volver a permitir la circulación de vehículos por su puerta.

No obstante, estando aún prohibido el tráfico -como advierten las dos señales verticales de circulación prohibida que aún lucen en la entrada a Veedor por San Antonio- VIVA CÁDIZ es testigo del paso de una motocicleta y de un turismo. “Como han quitado el pivote, los coches y las motos ya están pasando”, lamenta María del Rosario, propietaria -junto a su marido- del Freidor. “Me parece fatal que el Ayuntamiento despeatonalice la calle, porque mi local es muy pequeño y los clientes esperan fuera. Y es que los coches pasan pegados a la puerta...”. “Es un peligro”, alerta.

Un peligro que, considera, es “aún mayor” para el alumnado del colegio Carlos III: “Todos los días pasan por aquí muchos menores que van y vuelven del cole, y ahora con los coches a ver… hay madres que están muy preocupadas por este asunto”.

Las señales de circulación prohibida siguen instaladas en Veedor.

En el ultramarinos bar Veedor también son conscientes de la preocupación que supone para muchas familias esta medida, y no sólo para las que tienen a sus hijos matriculados en el Carlos III, sino también para otras que acuden a este negocio hostelero por “la tranquilidad que les supone poder tapear o tomar algo en las mesas de fuera mientras sus hijos están jugando en la calle, sin el peligro de los coches”, expone uno de los empleados.

Y a ello suma que desconocen por el momento si el tránsito de vehículos les va a obligar a prescindir de la tres mesas que tienen colocadas fuera, junto a la fachada del establecimiento. “Mi jefe va a enterarse en estos días de si hay que quitar o no la terraza, porque por el momento el Ayuntamiento no ha comunicado nada”. “Es una putada”, concluye.

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