Suspendida la pesca de erizos y anémonas desde este miércoles 25 de octubre. La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha publicado este martes en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) una Orden de 17 de octubre de 2023, por la que se cierra la pesquería de erizos y anémonas marinas (ortiguillas) en el litoral de Andalucía para prevenir su extinción, debido a “la situación crítica” de sus poblaciones y el impacto generado por la invasión del alga
Rugulopterix okamurae.
Asimismo, las licencias para la captura de erizos y anémonas mediante marisqueo en inmersión quedarán suspendidas hasta que se vuelva a abrir la pesquería mediante Orden de esta Consejería, “una vez que las poblaciones de estas especies alcancen unos niveles de abundancia y distribución que permitan la explotación comercial de las mismas”.
Actualmente existen cuatro licencias en la provincia de Cádiz para la captura de erizos y ortiguillas. Y además de esas cuatro existen otras 10 en Andalucía: seis en Granada y cuatro en Málaga. Un total de 14.
En los últimos años estas poblaciones marinas se han visto mermadas por diversos factores, entre los cuales la Junta de Andalucía destaca los siguientes: El consumo de erizos de mar y ortiguillas que tradicionalmente se ha limitado a determinadas poblaciones de la provincia de Cádiz, se ha ido extendiendo en la última década a las demás provincias de la comunidad andaluza y regiones de España, como Galicia. “Esto ha implicado un aumento progresivo de la actividad extractiva de estas especies, que conlleva un notable incremento de la presión marisquera sobre el erizo de mar y la anémona marina”.
Asimismo, desde 2003 se vienen produciendo en el Mediterráneo “mortandades masivas de invertebrados marinos como consecuencia de inusuales aumentos de temperatura del mar en momentos puntuales”. Entre muchas especies afectadas se encuentra el erizo de mar común y el erizo negro.
A ello hay que sunar también “la entrada de cada vez más especies invasoras que desplazan por competencia a las especies autóctonas”, como es el caso del alga exótica
Rugulopteryx okamurae que se ha expandido, desde su detección en 2015 en aguas del Estrecho de Gibraltar, de forma muy agresiva sobre fondos rocosos iluminados del submareal en zonas del estrecho de Gibraltar, produciendo graves impactos sobre las comunidades bentónicas preestablecidas.
Estos tres factores podrían hacer peligrar la pervivencia de estas especies en determinadas áreas, argumenta la Junta en la resolución del BOJA. De ahí que la Consejería haya optado por tomar medidas y cerrar la pesquería de estas especies marinas.