La reciente adjudicación por parte del Ayuntamiento de Cádiz de la explotación de Torre Tavira a Belén González Dorao ha puesto el colofón a un tortuoso procedimiento de contratación que se ha alargado durante un año y medio y que aún traerá cola. La empresa que se impuso en el concurso en primera instancia, Spanish in Cádiz, ha recurrido a los juzgados tras agotar la vía administrativa y cuestiona las razones por las que quedó excluida.
Por partes. A finales de diciembre de 2009, la Junta de Gobierno Local adjudicó el contrato de arrendamiento del inmueble, de titularidad municipal, a Belén González Dorao, impulsora y gerente de Torre Tavira-Cámara Oscura. Si bien, el contrato tenía una duración inicial de seis años, podía prorrogarse. Y así se hizo, de manera sucesiva, por un periodo de dos años cada vez, hasta el pasado 11 de enero de 2020. Entonces, el Ayuntamiento decidió iniciar el expediente de licitación de la concesión demanial para la explotación del popular enclave gaditano.
En marzo de 2022, lo resuelve en favor de Spanish in Cádiz pero la empresa de Belén González Dorao presenta un primer recurso que obliga a la nueva concesionaria a aportar nueva documentación y argumentos para no quedar excluida. En primer lugar, recuerda que las 51 páginas de los pliegos no especifican que el proyecto para la cámara oscura deba ser exactamente igual técnicamente a la actividad existente. En cualquier caso, Spanish in Cádiz ofrece la posibilidad de captar una imagen de 360 grados en tiempo real y en movimiento a través de lentes, proyectándola sobre una superficie circular plana de 3 metros de diámetro mediante un sistema digital y no analógico, como el actual. El Ayuntamiento lo da por bueno. Pero, sin embargo, rechazó todo lo relativo sobre la solvencia técnica.
Entre marzo y agosto de este año, la empresa ha tratado, en vano, y pese a acreditarlo, demostrar su experiencia en la gestión de salas de exposiciones, así como la ejecución de trabajos relativos a gestión de centros o espacios culturales y turísticos, como los realizados a la Escuela Internacional de Español con una sala de muestras, y avalados por certificados favorables de entidades como Nacel España o la Cámara de Comercio de Cádiz. Tampoco ha sido suficiente para el Ayuntamiento que Spanish in Cádiz ofrezca un importe de 528.770 euros durante los diez años del contrato, en detrimento de Torre Tavira Cámara Oscura S. L, de Belén González Dorao, que se adjudica el servicio por 240.000 euros, perdiendo las arcas públicas casi 290.000 euros.
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