El subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, ha visitado este martes el Centro Tartessos, en la calle Trille de Cádiz capital, donde la Fundación Save the Children desarrolla un proyecto piloto integral para la inclusión social y laboral de familias en riesgo de exclusión, y que está teniendo una tasa de empleabilidad del 50% en la provincia gaditana, "la más alta" en los emplazamientos donde se está llevando a cabo esta iniciativa.
Según ha explicado Subdelegación del Gobierno en una nota, este es un programa del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en el que se invierten 1,5 millones de euros.
El subdelegado se ha mostrado "muy satisfecho" porque el equipo profesional del proyecto le ha trasladado la efectividad de la metodología que se está utilizando, con "óptimos" resultados educativos en los menores.
El objetivo del proyecto es demostrar que las intervenciones integrales en las que se trabaja con todos los miembros de la unidad familiar y donde se tiene en cuenta el territorio en el que viven consiguen mejores resultados que aquellas que lo hacen sólo con adultos o sólo con los menores. El elemento "diferencial e innovador" de este proyecto piloto radica en este modelo de trabajo global sobre el conjunto de la unidad familiar, que implica a distintos servicios y líneas de intervención.
El proyecto arrancó en agosto del pasado año con la adhesión al programa de 173 familias en la provincia de Cádiz, todas ellas en situación de vulnerabilidad. Los servicios sociales derivaron a la Fundación Save The Children a las familias vulnerables y el Ministerio facilitó un listado de familias perceptoras del Ingreso Mínimo Vital, ha explicado la Subdelegación.
A continuación, la organización realizó entrevistas y seleccionó a las 112 familias gaditanas que cumplían los requisitos para participar en este programa piloto, integradas todas ellas por 199 adultos y 175 niños, niñas y adolescentes, que son quienes han tomado parte de estas acciones de inclusión social y laboral.
Con este programa los adultos mejoran sus habilidades de crianza y desarrollan competencias para la inserción sociolaboral mientras conectan con otros adultos, recursos y servicios sociosanitarios, mientras que los menores, situados en el centro de la intervención, desarrollan sus potencialidades en el ámbito intelectual, emocional y social como titulares de derechos, ha señalado Subdelegación.
El Ministerio distribuyó aleatoriamente a cada una de esas familias en uno de los cuatro itinerarios o grupos de intervención, que recibían unos servicios u otros en función de su asignación.
A través de la recogida de evidencias del trabajo realizado en los cuatro itinerarios de intervención y la evaluación de los resultados obtenidos, se analizarán los cambios producidos por la intervención, centrados en sus efectos (impactos) positivos y negativos.
El objetivo principal es obtener resultados que puedan ser escalados mediante políticas públicas transformadoras que promuevan la inclusión social y laboral, y de este modo conseguir un impacto mayor y más positivo en la infancia.
Este proyecto, que se realiza en colaboración con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se crea en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea-Next Generation EU.
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