Benedicto XVI lo aseguró así tras el Regina Coeli, el rezo que sustituye al Ángelus en el tiempo de Pascua, ante unas 200.000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro del Vaticano en la jornada de solidaridad con el Papa.
Una jornada promovida por la Consulta Nacional de las Agregaciones Laicas (Cnal) y a la que se sumaron personas llegadas de toda Italia para dar testimonio de su apoyo al Pontífice tras los escándalos de curas pederastas que han sacudido a la Iglesia.
Benedicto XVI, visiblemente emocionado, quiso expresar su reconocimiento y su agradecimiento a todas las personas presentes en esta manifestación de apoyo.
“Es hermosos ver hoy esta multitud en plaza San Pedro como fue emocionante para mí ver en Fátima la inmensa multitud que, en la escuela de María, rezó por la conversión de los corazones. Renuevo hoy esta llamada. reconfortado por vuestra numerosas presencia. Gracias”, dijo.
Asimismo, manifestó: “Estimados amigos, hoy mostráis el gran afecto y la profunda cercanía de la Iglesia y del pueblo italiano al Papa y a vuestros sacerdotes que cotidianamente os cuidan, porque en el compromiso de la renovación espiritual siempre podemos servir mejor a la Iglesia”.
El Papa aseguró, además, que “nosotros cristianos no tenemos miedo del mundo, aunque debemos protegernos de sus seducciones. Debemos temer el pecado y por este motivo estar fuertemente radicados en Dios, solidarios en el bien, en el amor y en el servicio”.
“Es lo que la Iglesia y sus ministros, junto con los fieles, han hecho y continúan haciendo con compromiso por el bien espiritual y material de las personas en todas las partes del mundo”, agregó.
El Papa exhortó también a “continuar unidos con confianza en este camino” y que “las pruebas, que el Señor permite, nos empujen hacia una mayor radicalidad y coherencia”.
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