Cádiz

“Me ha hecho mucha ilusión ver a los reyes´de España, más que si me tocara la Primitiva”

Caluroso recibimiento de los gaditanos a Felipe y Letizia en su visita oficial a Cádiz para inaugurar el Congreso de la Lengua

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  • En primera fila le esperaban los abuelos de la residencia Fragela, a los que los monarcas se acercaron a saludar y agradecerles su presencia
  • La reina causó sensación en su primera visita oficial a Cádiz con un diseño malva de la firma sevillana Cho Atelier

“Lo mejor de hoy es que le vamos a decir a la abuela que hemos visto al rey, aunque ella, por la reina Letizia, es la que llama la atención. Queremos ver el outfit”, cuentan a VIVA CÁDIZ dos universitarias de El Puerto y Jerez que han aprovechado un hueco entre clases de Filología para acercarse a la plaza Fragela e intentar ver a los monarcas “de cerca”. A escasos metros aguardaban en primera fila los abuelos de la residencia Fragela. A ellos no se lo contarán sus nietas. Al contrario, podrán decirles que vieron a Don Felipe y Doña Leticia con sus propios ojos e incluso darles la mano.

¡Qué guapos son, qué amables y qué cercanos. Han sido muy agradables!. Yo al rey le he visto más mayor, a ella muy guapa”,

Eran justamente las 11.56 horas cuando el coche oficial aparcaba delante del Gran Teatro Falla. Fue poner un pie en el suelo, casi debajo de un balcón con la bandera de España, y comenzar los aplausos y los gritos de “¡Viva el Rey, viva!”, mientras se dirigían a saludar a las autoridades y hacer las primeras fotos oficiales. Fueron apenas un par de minutos, pero los suficientes para que les reclamaran su atención. “Majestad, Majestad, aquí”, le decían. Y no tuvieron que pedírselo mucho más. Los monarcas se "desviaron" a la valla a saludar personalmente a los mayores y al resto de personas congregadas. Los que pudieron incluso se levantaron en señal de respeto, algunos  con dificultad, mientras Felipe y Letizia, que para su primera visita oficial a Cádiz escogió un vestido midi de color malva de la firma sevillana Cho Atelier, con el que causó sensación, les daban las gracias.

Nada más acercarse, una usuaria de este centro le entregó a la reina unas flores de colores realizadas en el taller de flores de papel de la residencia, cuya fachada amanecía decorada con palabras típicas de Cádiz, también escritas por los abuelos. No se lo podían creer. Muchos incluso se emocionaban. “¡Qué guapa Letizia!, le decían. “¡Ole.Viva el rey. Qué guapo el rey por favor!, se oía entre la multitud. Los piropos también les llegaban a ellos, especialmente a Felipe VI, que no podía parar de sonreír ante tanto cariño y tanta expresividad. Esto también es muy gaditano. 

“Ha merecido la pena la espera. Llevamos aquí desde las nueve de la mañana”, explicaba María Jesús Moreno, terapeuta ocupacional en la residencia. “Esta mañana le pedimos permiso a la Policía Local y nos dijeron nos pusiéramos donde quisiéramos, así que en primera fila; aquí estamos en un lugar privilegiado”. A medida que fueron desayunando, hemos ido llegando con los abuelos. Están muy nerviosos e ilusionados”, relataba a VIVA CÁDIZ, mientras se disculpaba con su padre por no haberle cogido el móvil en pleno saludo a sus majestades. “Papá te he colgado por la Reina, lo siento”, contaba divertida al verle llegar.

Todos coincidían en lo mismo: ¡qué guapos son, qué amables y qué cercanos. Han sido muy agradables! Yo al rey le he visto más mayor, a ella muy guapa”, comentaban. “A mí me ha emocionado verlo tan cerca, pero cuando le iba a dar la mano, me la ha quitado otra señora y se la ha dado ella. Es muy sencillote, no me esperaba poderlos ver tan de cerca. Yo no sé cómo ella se mantiene tan finita”, indicaba María del Mar, que había venido sola en su silla de ruedas desde la residencia Matía Calvo.
El fin de semana se enteró de que los monarcas venían a Cádiz y ni se lo pensó. “Yo voy por libre. Me manejo bien. Y no he venido antes porque me tienen que ayudar a levantarme. Donde hay un sarao, ahí estoy yo, como acaba de decirme mi hija cuando le he dicho que estaba aquí. He sentido mucha ilusión. Más que si me hubiera tocado la primitiva”.

Maruja, de 88 años, no pudo llegar a tiempo. “¿Ya han entrado?¡Qué pena!”. Yo mientras que no deje mi casa arreglada, ya pueda venir quien venga, que no salgo de mi casa, no vaya a ser que me ocurra algo en la calle", reconocía. Aún podía esperar a la salida, aunque no lo tenía tan claro. "La una y media es muy mala hora". Bueno, ya vi al rey en su día y en primera fila en el Oratorio San Felipe Neri”, manifestaba resignada. 

Pero la agenda de los Reyes de España era cuanto menos intensa. Tras inaugurar el Congreso de la Lengua, se dirigieron a la Casa de Iberomérica, acompañados por el alcalde de Cádiz, José María González, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero y el director de la Real Academia de la Lengua, Santiago Muñoz, para visitar las exposiciones que alberga este enclave con motivo de esta cita. Allí le esperaban medio centenar de personas, a los que se fueron incorporando familias con los hijos que recogían del colegio, alertados por tanto agente de seguridad.

Media hora después, abandonaban este espacio, rumbo al Museo El Dique, en Puerto Real, donde almorzaron. Por la tarde, asisten a la sesión especial “Unidad y diversidad del español. La tradición y el reto de la inteligencia artificial’, en el Parador Nacional. Su visita oficial a Cádiz concluiyó  a las 19.30 horas en el Gran Teatro Falla para asistir al concierto ‘Tempo de Luz’.

 

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