El feminismo que está por venir se construye desde los márgenes y es inclusivo

Publicado: 11/12/2022
Cádiz acoge la primera jornada provincial de activismo este sábado en el ECCO
Paqui Atienza finalizó sus estudios de Técnico en Gestión Administrativa a principios de los ochenta y se matriculó en Empresariales pero no completó el primer curso. La situación de violencia física y abusos sexuales en su propia casa la obligó a poner tierra de por medio. Con los ahorros conseguidos impartiendo clases particulares, se alquiló un piso pequeño, barato, que consumió, sin embargo, hasta la última peseta que disponía. A partir de ahí, “en la miseria”, se buscó la vida empleada, primero, en tareas agrícolas en su Sanlúcar natal. Luego probó en la venta ambulante y acabó, finalmente, limpiando y cuidando a niños y ancianos. “A estos trabajos se nos ha asociado tradicionalmente a las mujeres”, lamenta. “Cuando la pobreza aprieta, no queda otra alternativa”, agrega. Con estas dos tareas se gana el pan cada día en la actualidad. De manera precaria. En el sector, “si cobramos más de 600 euros es porque hacemos horas extras”, apunta preocupada por llegar a fin de mes, pero también por el futuro que le espera a ella y a sus compañeras. “Vamos a tener una pensión de mierda”, vaticina, por las horas cotizadas por debajo de la faena que cumplen habitualmente y los contratos que firman.

Altamente feminizadas, Atienza defiende la dignificación de estas actividades. “En el momento en que se paguen las jornadas como deben, se nos reconozcan enfermedades profesionales y, en definitiva, nuestros derechos, comenzarán a incorporarse hombres”, sostiene. Y señala el ejemplo de la cocina para defender sus argumentos. “Antes era cosa de mujeres, ahora se habla de chefs”, afirma con sorna. Entretanto, “tendremos que seguir cargando, además, con el estigma de limpiaculos o fregonas como las trabajadoras cargan con el de putas”, concluye.

Atienza, no obstante, no se rinde. Activista desde hace cuarenta años y miembro de Marea Violeta de Sanlúcar en la actualidad, ha participado en la primera jornada de activismo feminista de la provincia de Cádiz celebrada este sábado en el Espacio de Cultura Contemporánea de Cádiz (ECCO) en la capital. Con ella, representantes de otras seis asociaciones, Colectivo Feminista de Trebujena, Marea Violeta del Campo de Gibraltar, Asamblea Feminista Las Tres Rosas de El Puerto, Asamblea Ecofeminista de San Roque, Marea Violeta de la Sierra y Colectivo Jarana de Cádiz, para impulsar un feminismo inclusivo que reivindique y luche por los derechos de todas las personas, pero especialmente “de las mujeres que se encuentran en los márgenes”, apunta Alba Martínez.

La portavoz del Colectivo Jarana indica que el feminismo que está por venir se construye desde “los márgenes”. “Hablamos de personas trans o racializadas, con algún tipo de discapacidad o de sectores laborales especialmente discriminados cuando la precariedad se cruza con el género”, explica.

Por ello, tomaron la palabra Nazareth Castro, que reflexionó sobre la investigación feminista y la comunicación popular, y María José Barrera, que defendió el trabajo sexual con derechos, en una mesa redonda titulada “Desmontajes y construcciones para un feminismo de los sures”; y compañeras en una segunda mesa redonda sobre “Alianzas y estrategias para la movilización de los feminismos”, en la que abordaron el feminismo decolonial, la cadena de los cuidados y el transfeminismo.

Martínez admite que hay otra perspectiva que se define por el defender el abolicionismo de la prostitución y el cuestionamiento de los avances de los derechos de las personas trans, pero “el feminismo inclusivo es mayoritario”, asegura. La brecha entre ambas corrientes es mayor que nunca. Tras el hito de la movilización en 2019 a nivel nacional, la agenda política del Gobierno de la Nación, en la línea de las ideas planteadas por estos siete colectivos, ha enfrentado a partidarios y detractores de uno y otro movimiento.

La representante de Colectivo Jarana confía, no obstante, en que el feminismo inclusivo gane adeptos. Las jornadas celebradas en Cádiz van encaminadas, precisamente, en la reactivación de las asociaciones partidarias y que han sufrido con la pandemia y hasta prácticamente principios de este año los rigores de la limitación de la movilidad.

Pero están dispuestas a pisar el acelerador. En mayo, tuvieron un primer encuentro, “de puertas para adentro”, con debates internos para reforzar las ideas fuerza y plantear una hoja de ruta. Ahora, dan un nuevo paso. Ajenas al ruido levantado por el fiasco de la denominada Ley del sí es sí, está convencida de que, “si conseguimos que una parte de la población asumiara nuestros principios, ahora empujamos una visión más diversa del feminismo que calará igualmente”.

A favor de la Ley Trans

La agenda de la primera jornada de activismo feminista de la provincia de Cádiz organizada por Colectivo Jarana de Cádiz, Marea Violeta de Sanlúcar, Colectivo Feminista de Trebujena, Marea Violeta de Campo de Gibraltar, Asamblea Feminista Las Tres Rosas de El Puerto, Asamblea Ecofeminista de San Roque y Marea Violeta de la Sierra se adaptó para que las asistentes a las mesas redondas celebradas en el Espacio de Cultura Contemporánea de Cádiz (ECCO) pudieran participar, a las 19.00 horas, en una concentración en favor de la Ley Trans en la plaza de San Antonio, frente a la sede provincial del PSOE.

 

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