Cádiz

Cádiz encara el monumental reto de sustituir el cableado de las torres de la Bahía

Endesa da por finalizada su vida útil; la obra se desarrollará durante todo el mes de noviembre y obligará a cortar de manera puntual el tráfico marítimo

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  • Las emblemáticas torres de la Bahía que permiten la conexión electrica de Cádiz y Puerto Real. -

Las icónicas torres de la Bahía de Cádiz, de 150 metros de altura, 20 en su base hasta los seis de su punta superior, y rematadas por unas crucetas metálicas de otros 70 metros de longitud, forman parte del paisaje de la zona desde mediados de los años 50, diseñadas por Alberto Toscano e instaladas bajo la dirección de Remo Scalla. Las viejas fotografías de la época muestran la complejidad  técnica para llevar a cabo los trabajos, tanto por su montaje por partes con una grúa de 40 metros y un máximo de carga de 2.000 kilos, como por la instalación de la línea de alta tensión, compuesta por dos circuitos, de tres cables cada uno, de 132 kilovatios, y una extensión de 2.488 metros.

Cuarenta años después, Endesa, responsable de la infraestructura, se ve obligada a acometer la sustitución del cableado, dado que ha alcanzado el final de su vida útil. El nuevo reto es, como el de mediados del siglo pasado, mayúsculo.

El responsable de Alta Tensión de la compañía en Andalucía y Extremadura, José María Mancha, explicó que la dificultad estriba en “la tensión que permite tener conectados” los circuitos. La firma andaluza Ametel llevará a cabo las labores previstas, con maquinaria capaz de aguantar hasta 12.000 kilos de tensión. En cada pórtico, estructura de cemento que permite mantener la tensión y conectarlos con la subestación de la que se abastecen de energía en Zona Franca y Cabezuela, se colocarán un freno de 14 toneladas con las bobinas de los cables nuevo. Los cabestrantes recogerán el cable antiguo, mientras que el de sustitución discurre por las poleas colocadas a 150 metros tras quitar las cadenas de aisladores y los amortiguadores.  Posteriormente, cada cable antiguo se enganchará al cable guía bajando desde los 50 metros sobre el mar a 15, por lo que se cortará el tráfico marítimo. Finalmente, se procede a colocar el cable nuevo, con un alma de acero más robusta. La operación se repetirá con cada uno de los cables, de manera que el se prevé que los trabajos se desarrollen durante todo el mes de noviembre, si las condiciones meteorológicas lo permiten, con un presupuesto de unos 800.000 euros.

 

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