Según informó Andalucía Innova, el estudio dirigido por el investigador Gualberto Buela-Casal, del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UGR, indica que los enfermos del síndrome de apnea obstructiva del sueño que sigan hábitos de vida saludables dependerán menos de la mascarilla CPAP que, dotada de un compresor que envía aire a una presión determinada, tienen que utilizar mientras duermen.
Los expertos han utilizado para su estudio, un proyecto de excelencia que cuenta con 111.200 euros de la Junta de Andalucía, una muestra de más de 50 voluntarios diagnosticados de apnea del sueño, de ambos sexos y de mediana edad principalmente.
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