José María González, alcalde de Cádiz, a apenas unas horas de despedir definitivamente el año 2021, publicó en su cuenta de Facebook un mensaje en el que hizo un repaso por varios momentos vividos en la ciudad.
El regidor gaditano destacó en primer lugar un reciente logro, el control de los pisos turísticos para que no choque con el derecho a la vivienda. Además, afirmó que han conseguido “reducir en un tercio la deuda municipal, pagar a los proveedores en menos de un mes y ser el segundo ayuntamiento de capital de provincia en España que más invierte por habitante en asuntos sociales”.
También explicó que ahora Cádiz es más inclusivo al existir menos barreras arquitectónicas y habló orgulloso de dos decisiones: ampliar las zonas peatonales del centro de la ciudad y aplazar el Carnaval a junio, una decisión que expresó, “no fue nada fácil, pero siempre nos ha movido el mismo principio inquebrantable: que la salud es lo primero y que no vamos a jugar con las gaditanas y gaditanos por un puñado de votos”.
No podía faltar en su discurso alguna alusión a la huelga del metal, y afirmó orgulloso que “nuestra tierra, la gente ha salido a la calle para dar una lección de dignidad, de razón y de justicia. Y esa luz no sabe apagarla ni la más grande de las tanquetas, ni la ola represiva más oscura”.
Finalmente, finalizó con unas palabras optimistas: “Porque 2021 habrá sido muy gris, pero también en Cádiz nos ha recordado que el futuro nos espera en ese mismo horizonte cargado de ilusión y de esperanza, de empatía y de unidad, de igualdad, de derechos y de dignidad”.
Mensaje publicado por José María González a través de sus redes sociales:
Hoy despedimos un año largo y exigente en esa pugna constante por desquitarnos de la anormalidad a la que nos obliga la pandemia. Cuando la mar está picada, está revuelta y brava, y de eso Cádiz sabe, una clave es orientarte, saber siempre dónde está tu puerto y marcar rumbo hacia allí. Esa esperanza que esconde el horizonte es la mejor aliada para sortear las tormentas, los obstáculos, las incertidumbres.
Creo que, a pesar de todo, 2021 ha sido un buen faro para Cádiz. Porque ha sido un año en el que hemos regulado por fin el fenómeno de los alojamientos turísticos para que no amenace el derecho a la vivienda en la ciudad y no siga siendo una odisea encontrar casa en Cádiz, porque nos ha enseñado que es compatible reducir en un tercio la deuda municipal, pagar a los proveedores en menos de un mes y ser el segundo ayuntamiento de capital de provincia en España que más invierte por habitante en asuntos sociales mientras se renuevan las instalaciones deportivas, se protege a la población de las subidas desorbitadas del precio de la luz gracias a una empresa pública como Eléctrica de Cádiz y se gestiona el agua como derecho público hasta el punto de que un relator de la ONU ha puesto a Aguas de Cádiz como ejemplo para el resto del mundo.
Ese horizonte que se ilumina nos habla de un Cádiz más sostenible, más inclusivo, sin barreras arquitectónicas, mucho más paseable, con entornos escolares seguros y que combate a cada paso el cambio climático. Es un Cádiz responsable, que pone a la gente en el centro pese a que cueste una decisión impopular. Aplazar el Carnaval 2022 a junio no fue nada fácil, pero siempre nos ha movido el mismo principio inquebrantable: que la salud es lo primero, y que no vamos a jugar con las gaditanas y gaditanos por un puñado de votos.
Pero quizás la mayor certeza que rescato de toda la incertidumbre de este 2021 es ese mensaje rotundo desde la unión, desde la lucha colectiva, por el futuro de Cádiz y su Bahía. Ante la cacicada del cierre de Airbus Puerto Real, ante la precariedad insoportable en el sector del metal y la amenaza cada vez más brutal sobre el futuro industrial de nuestra tierra, la gente ha salido a la calle para dar una lección de dignidad, de razón y de justicia. Y esa luz no sabe apagarla ni la más grande de las tanquetas, ni la ola represiva más oscura.
Porque 2021 habrá sido muy gris, pero también en Cádiz nos ha recordado que el futuro nos espera en ese mismo horizonte cargado de ilusión y de esperanza, de empatía y de unidad, de igualdad, de derechos y de dignidad.
Feliz 2022. Sigamos navegando.
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