Hoy es un día triste para el cadismo. Esta mañana una noticia desoladora heló a todos los cadistas. Antonio Navarrete, delegado de campo del Cádiz, había fallecido. Hace unas semanas, antes de viajar con el equipo para disputar la Copa del Rey, sufrió un ictus, fue intervenido y ya se encontraba recuperándose cuando volvió a sufrir otros ictus que los dejaron en coma hasta que su cuerpo no aguantó más.
Antonio Navarrete era una persona muy querida en el club. El Cádiz y el cadismo sabían que tenían a una persona que valía oro en sus filas. Una persona humilde, siempre dispuesto a ayudar y que disfrutaba y sufría con su equipo amarillo tanto o más que cualquier aficionado. Se le ha podido ver llorando en los descensos del club. Una persona que vivía todo con pasión.
Y es que 25 años trabajando como delegado del Cádiz dan para mucho, pero el cariño hay que ganárselo día a día y él lo hacía. Muestra de ello es la oleada de mensajes que los cadistas están lanzando a través de redes sociales recordando su figura y lanzando besos y abrazos al cielo.
Hace dos años, su labor se vio recompensada cuando recibió el premio al mejor delegado de LaLiga Smartbank, un reconocimiento sin duda muy merecido por su entrega al club de sus amores. Ahora ya no podremos verlo en la banda, observando y sufriendo como uno más. Pero seguro que, allá donde esté, Antonio Navarrete seguirá acompañando a los suyos como ha hecho toda la vida. El cadismo nunca se olvidará de un hombre que ha escrito su nombre en la historia. Descansa en paz.
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