Se esperaba con ganas e ilusión la primera jornada de este festival, un Arcos Fusión 2021 que no defraudó a nadie.
El arranque, original y sorpresivo, tuvo de protagonistas a Antonio Lizana, que desde el patio de butacas instalado en la preciosa Plaza del Cabildo de la localidad gaditana, hacía sonar su saxo, entre un público sorprendido, y mirando a uno de los balcones adyacentes, donde aguardaba el bailaor Eduardo Guerrero.
Poco después y ya encima del escenario, el baile y zapateado de Guerrero hacían de complemento musical a los sonidos de viento y el cante que fluían desde muy adentro de un Lizana, que mas tarde ejercería de maestro de ceremonias. Bonita actuación de los dos, agradecida desde la platea con sonoros aplausos.
Llegó el turno de Carmen Boza que, sola con su guitarra, fue desgranando canciones de su extenso repertorio. Un sonido impecable y una portentosa voz hicieron el resto. Los aplausos del respetable iban creciendo en decibelios mientras la noche , ya completamente cerrada, esperaba la aparición en el escenario de un Cristian de Moret que dejó claro cuál es su estilo, y cual su apuesta musical, interpretar palos clásicos del flamenco sobre grooves de blues, rock y otros estilos musicales.
Comenzó su actuación, solo en el escenario, haciendo sonar su guitarra eléctrica con efectos que hacían recordar el sonido de un sitar, para inmediatamente dar la entrada a su banda.
Una formación solida y bien acoplada a la atmosfera musical que crea el onubense, perfectamente complementada por los vientos de Gautama del Campo, todo un referente entre los saxofonistas sevillanos y compañero inseparable de Cristian desde que actuaban juntos en el icónico bar Habanilla de la Alameda de Hércules, y una base rítmica que aguanta perfectamente el peso de las actuaciones, formada por Pablo Prada en el bajo eléctrico y el chileno Alexis Vallejos, con la batería.
Ofreció algunas canciones inéditas, si de grabaciones discográficas se habla, de las que el artista aseguró que formarán parte de su próximo disco, el segundo de su cosecha en el estudio, pero también sonaron y de qué forma, temas de Supernova, su primer disco y tarjeta de presentación en el panorama musical patrio, que está dando mucho que hablar en los mentideros flamencos, y musicales en general.
Tangos, Bulerías y otros viajes musicales se fueron sucediendo durante todo el concierto, y por supuesto sonó Supernova, canción que da nombre al disco y que, según palabras del propio Cristian, son:” unos fandangos de Huelva metidos dentro de un blues clásico”. Un deleite para los oídos más exigentes y toda una declaración de intenciones de lo que pretende que sea su música.
Un emotivo homenaje a Camarón, versionando de una manera muy original una de las obras maestras del de la Isla, La Leyenda del Tiempo, dio paso a Meteoro, cantes de trilla poperizados a voz y piano, con lo despidió su actuación, dando paso a un fin de fiesta que resulto de lo más agradable.
Lizana, Boza y De Moret, acompañados por el cajón flamenco de Adrian Trujillo, abrieron una actuación conjunta que levantó de sus asientos a un público que aplaudía a rabiar cada intervención de los artistas, que poco después dieron paso al resto de músicos participantes de la noche, culminado de manera espectacular, la primera ración del Arcos Fusión 2021, que tendrá continuidad hoy con el anfitrión, Lizana, acompañado por Javier Ruibal, Chano Dominguez y la gaditana Paula Bilá.
Todo apunta, según palabras del propio Antonio Lizana, que esto no es más que el principio de una larga relación entre Arcos de la Frontera y este festival, con claras intenciones de asentarse en el calendario de festivales de la provincia de Cádiz.
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