Un tercio de las ranas está en
peligro de extinción. Se trata de 7.000 especies de ranas, dependientes del mantenimiento de sus ecosistemas. Cada 20 de marzo se celebra el
Día Mundial de la Rana, por la sencilla razón de que habitan este mundo y, además, cumplen un papel crucial en el equilibrio ecológico, evitando la transmisión de enfermedades como la malaria, el dengue o la fiebre amarilla.
Así, son muy buenas para el
control de plagas, y ayudan a mantener el ciclo de nutrientes en los ecosistemas acuáticos y terrestres, han señalado desde Selwo en un comunicado. Sirven, asimismo, como alimento para especies como aves, serpientes, y otros reptiles.
Selwo Marina, en Benalmádena, alberga dos anfibios de este tipo en su colección zoológica: la
Rana flecha fantasma (Epipedobates anthonyi) y el
Sapo cornudo (Ceratophrys cranwelli). La primera vive en el área temática de Amazonía, ecosistema del que es originaria, han indicado en un comunicado.
Así, habitante de los bosques tropicales, la rana flecha fantasma está casi amenazada, según la Lista Roja de la de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La rana flecha fantasma es una
rana venenosa localizada en la zona central de Ecuador hasta Perú. Bosques densos, riachuelos y zonas de cultivo son su ecosistema principal. Se caracteriza por sus ojos, diminutos, y por la tonalidad roja con franjas y motas blancas de su piel.
El sapo cornudo, por su parte, es un anfibio americano de cuerpo robusto y boca muy grande que
cuenta con proyecciones parecidas a cuernos encima de los ojos, de ahí su nombre. Su mordedura puede ser potente, de hecho puede devorar presas de gran tamaño.
Selwo Aventura (
Estepona) alberga, por su parte, la
Rana Toro Africana (Pyxicephalus adspersus), cuya mayor amenaza es, en sus poblaciones de origen, el consumo de su carne. Para la UICN, estaría dentro de la categoría de preocupación menor.