Los dos acusados de embestir a los ocupantes de una moto con los que habían discutido previamente en un bar de Benalmádena han mantenido que solo intentaban huir de ellos porque tenían "pánico", ya que los habían perseguido y agredido con un cuchillo, y han negado que quisieran asesinarlos.
Una de las víctimas murió en el acto y la otra sufrió numerosos traumatismos que hicieron peligrar su vida, por lo que cada uno de los procesados está acusado de un delito consumado de asesinato con alevosía y otro intento de asesinato con alevosía y el fiscal pide que sean condenados cada uno de ellos a 26 años de prisión.
El juicio con jurado ha comenzado este martes con una exposición del ministerio público y los abogados personados en el caso desgranando cada uno de ellos sus argumentos y sus peticiones.
El fiscal ha mantenido que los acusados tuvieron intención de asesinar a las víctimas, "querían vengarse por el incidente previo y el coche lo utilizaron como arma", ha explicado el ministerio público a los miembros del jurado.
Las defensas han lamentado los hechos y han insistido en que todo se debió a un "lamentable accidente", han reconocido que hubo una conducción imprudente porque eran presas del pánico y además habían consumido alcohol y droga.
Los dos acusados han mantenido que no tuvieron intención de asesinar, que se subieron al coche precipitadamente para huir ya que los habían agredido y tenían un arma blanca. "Al coger el vehículo salimos en dirección contraria", ha relatado uno de ellos, que ha precisado que en un momento dado se encontraron la moto de frente y no pudieron esquivarla.
Preguntados por qué no salieron para auxiliarlos tras el accidente, han subrayado que tenían mucho miedo, estaban nerviosos y no fueron conscientes de la gravedad, solo pensaban que iban a subirse de nuevo en la moto para perseguirlos y que por eso huyeron.
Los hechos se remontan al 25 de febrero de 2017 cuando los acusados habían consumido cocaína y alcohol en el interior de un bar en la Plaza Solymar, en la localidad malagueña de Benalmádena.
Sobre las 5.30 horas uno de ellos tuvo una discusión con otra persona que había en el local debido a que había invitado a su novia a una copa, por lo que se produjo un altercado y uno de los acusados sufrió lesiones leves y avisó a la Policía Nacional.
Posteriormente, los procesados decidieron marcharse en dirección a Fuengirola (Málaga), lugar de residencia, pero tanto el agresor como un amigo al ver que se marchaban fueron en búsqueda de los dos, en un moto y posteriormente a pie.
A la altura de una discoteca cercana se produjo un nuevo enfrentamiento y el hombre que había agredido a uno de los acusados, hirió levemente con un cuchillo de nuevo a uno de ellos.
Los procesados pudieron llegar al vehículo, que estaba estacionado a unos cien metros de la discoteca, y "de común acuerdo y con ánimo de acabar con la vida de sus dos atacantes", esperaron en una avenida cercana a que pasaran con el ciclomotor, ha mantenido el fiscal.
Cuando pasaron, el conductor del vehículo aceleró fuertemente y a gran velocidad se metió en sentido contrario y embistió la moto, sin que tuvieran posibilidad de esquivarlo, pasando el vehículo de cuatro ruedas por encima de la moto.
La moto quedó enganchada en los bajos del vehículo hasta que en un paso de peatones se soltó y los procesados huyeron.
Como consecuencia del atropello, uno de ellos murió en el acto y el otro sufrió politraumatismo, traumatismo torácico con contusiones pulmonares y neumotórax bilateral que lo tuvo 48 horas en la UCI. Tras diversas intervenciones quirúrgicas pasó a silla de ruedas y, posteriormente, tras mejorar ha necesitado muletas para sus desplazamientos.
Sufre numerosas secuelas y además ha requerido tratamiento psicofarmatológico y seguimiento en su centro de salud mental de referencia.
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