Sol, calor, playas y piscinas; factores comunes que se repiten año tras año al llegar el verano. Cada día, miles de familias ponen rumbo a las playas o piscinas más cercanas de su localidad con la única compañía de una nevera y una pequeña sombrilla para protegerse de los rayos de sol.
El ingenio de los más pequeños de la casa se agudiza. Horas y horas sumergidos en el agua mientras se salpican los unos a los otros. Si observamos a nuestro alrededor podremos ver como niños y niñas se divierten dentro del agua.
Pero (…) ¿todo es diversión? El verano es una época donde el peligro aumenta de manera significativa y, más aún, teniendo en cuenta los riesgos que puede acarrear el agua.
Saltos y ahogadillas que pueden suponer un antes y después en la vida de los más pequeños. No es raro que, niños y niñas, jueguen a darse pequeñas zambullidas dentro del agua. Pero (…) ¿son realmente inocuas? La respuesta es tajante: no.
Como el lector sabrá, nuestro cerebro necesita un aporte constante de sangre y oxígeno para su correcto funcionamiento. Funcionamiento que puede verse interrumpido por estas pequeñas ahogadillas. Zambullidas que impiden que el oxígeno llegue con normalidad a nuestro cerebro.
¿Qué consecuencias puede tener para niños y adolescentes? Aunque a priori, pueda parecer un juego de niños lo cierto es que las consecuencias de esta actividad pueden acarrear graves secuelas e, incluso en algunos casos, pueden llegar a ser letales.
La falta de oxígeno en nuestro cerebro puede dar lugar a un daño cerebral. Daño que, en ocasiones, puede llegar a ser irreversible.
Por lo tanto, si estás pensando en ir estas vacaciones a la playa o la piscina te aconsejamos que, previamente, tomes las precauciones y medidas necesarias para evitar este tipo de incidentes.
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