El domingo por la mañana bien temprano, poco después de las nueve, con muchísima calor y un ligero viento de levante se puso en marcha la tradicional romería en honor de San Isidro Labrador, patrón de San José de Malcocinado y de los agricultores y ganaderos, a la que acudieron más gente que nunca.
Con el traslado de la Virgen desde Benalup y su encuentro con San Isidro Labrador, con otras actividades celebradas el mismo domingo, se puso fin a tres días de fiestas donde se han tenido lugar competiciones deportivas y ecuestres, concursos, comida para los mayores, el día de la mujer, degustaciones gastrónomicas y bailes populares entre otras cosas.
Como cada mes de mayo, desde hace más de 10 lustros, esta romería concentró desde primeras horas del domingo hasta bien avanzada la tarde en el núcleo rural de San José de Malcocinado a miles de personas que disfrutaron en medio del campo y en contacto con la naturaleza de un gran ambiente de los actos religiosos y festivos programados por el Ayuntamiento de Medina Sidonia en honor del Santo Patrón.
La romería inició su partida desde la iglesia del Perpetuo Socorro de la vecina localidad de Benalup-Casas Viejas hasta Malcocinado, bello paraje rodeado de árboles situado en medio del campo en el término municipal asidonense. Comenzó cuando por el umbral la iglesia parroquial del Perpetuo Socorro apareció la talla de la Santísima Virgen Inmaculada entronizada en una carroza, que partió acompañada por varias carretas y cabriolas, seguida o andando por delante de ella casi medio millar de peregrinos, 120 caballistas, en dirección hacía Malcocinado, a unos 12 kilómetros.
Cantes y bailes
Una vez traspasados los limites del término municipal benalupense, la Madre de Dios acompañada de los romeros, ataviadas muchas de ellas con las batas rocieras y trajes cortos camperos ellos, emprendieron sin prisas pero sin pausa, el camino de asfalto, tierra y polvo, con cantes y bailes en honor de la Virgen.
Cuando llevaron recorrido un buen trecho, poco más o menos la mitad del trayecto, sobre las 11 de la mañana los peregrinos hicieron un breve descanso y tomar las primeras copitas y dulces ofrecidas por el Ayuntamiento en el lugar conocido como Casilla de Espina. Inmediatamente emprendieron de nuevo el camino y poco antes de entrar en Malcocinado, en el popular cortijo ‘Los Monteros’, efectuaron otra parada, para adecentarse, limpiarse un poco, sacudirse el polvo, descansar, reponer fuerzas y disfrutar de un desayuno de carne de venado acompañadas del fino de Chiclana o Jerez, la cervecita o un refresco y afrontar la última parte del viaje.
Más tarde los romeros de nuevo se pusieron en marcha. Sobre la una y media de la tarde se produjeron los momentos más intensos y emotivos de los tres días de fiestas y romería. La Virgen se aproximó a la entrada principal de acceso al núcleo de San José de Malcocinado para el reencuentro anual con San Isidro Labrador, patrón del lugar. En este sitio se congregaron los peregrinos y más gente que no hizo el camino, sucediéndose de nuevo los rezos, cantes, bailes y vivas a la Madre de Dios y al Santo Patrón.
Ofrenda floral
Una vez en el interior de Malcocinado, la Virgen y San Isidro fueron instalados sobre dos pequeños pasos portados a hombros por mujeres y se dirigieron hacía el interior de este núcleo de población. Delante de la pequeña ermita todos los caballistas y jinetes pasaron por delante e hicieron una ofrenda floral. Los actos religiosos continuaron más adelante con la tradicional misa rociera cantada por el coro romero de San Fermín de los Badalejos.
Una vez celebrados los cultos todos los peregrinos, romeros, fieles y visitantes de desparramaron por las distintas casetas y chiringuitos para disfrutar de una extraordinaria jornada de fiesta y alegría. Los más pequeños asaltaron las distintas tracciones instaladas en la calle del infierno.
Durante el domingo también se celebraron diversas degustaciones gastronómicas, las actuaciones de los grupos de bailes de Inmaculada García Quirós, una fiesta infantil, concursos y carreras de cintas a caballos.
Por otra parte, durante los tres días de fiestas se celebró una exposición de muñecas con trajes artesanales a beneficio de Asabedi, un almuerzo ofrecido por el Ayuntamiento a 80 pensionistas de esté núcleo rural con las actuaciones de los cantaores flamenco Cecilio Gamaza, Pepe y Luis Manero y la guitarra del Niño de la Tejera, además de varios grupos de baile. El día de la mujer fueron elegidas Miriam Villanueva como la mejor ataviada con traje flamenco y Mari Paz Gutiérrez como Miss Balcobada. A estos actos asistieron el alcalde de Medina Sidonia, Manuel Fernando Macías, y el alcalde pedáneo de Malcocinado, Antonio de la Flor. La noche del sábado, la fiesta corrió a cargo de los más jóvenes.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es