Las nuevas tecnologías se abrieron paso a las nuevas generaciones de forma muy abrupta desde los años 90, pero no es hasta a partir del nuevo milenio que se han convertido en parte de la solución y parte del problema al mismo tiempo.
Tanto es así que las noticias se han convertido en un arsenal de información fácilmente accesible y manipulable para gran parte de la sociedad, pues, mientras hay noticias que se contrastan y son verosímiles, también tenemos noticias fake que la sociedad está a tan solo un clic “de hacer viajar por la red”. Hay muchas personas que no saben distinguir una noticia real de un bulo (o no quieren).
Las nuevas tecnologías, como cualquier ámbito en nuestro día a día, tienen ventajas e inconvenientes. Los adultos deberíamos saber dónde está el límite para marcarlo a las generaciones futuras, pero ¿y si los adultos no sabemos poner límites porque también nos absorben?
1. Los aparatos electrónicos nos han mejorado la comunicación con el resto del mundo, pero nos ponen barreras con la persona que tenemos al lado, pues mientras haya un teléfono o tablet en la mesa, la ignorancia por la persona que tenemos al lado está asegurada.
2. Los jóvenes se sienten integrados en grupos sociales a los que quizás no hayan visto nunca, pues, mientras facilita el proceso de socialización a través de una pantalla, son incapaces de hablar temas de relevancia en un “cara a cara”, prefiriendo el anonimato y la ausencia de contacto.
3. Las formas de aprendizaje a tan solo un clic, sin necesidad de asistir presencialmente a clase, eliminan prácticamente el debate social del aprendizaje porque ahora puedes aprobar sin ni siquiera saber quién te ha dado clases.
4. El ocio y el entretenimiento con la cabeza cabizbaja, sin “aguantar” los vídeos de varios minutos porque vas pasando de uno a otro a tontas y a locas.
5. Redes sociales que permiten, a tan solo un “enter”, poner en tela de juicio la vida de cualquier persona.
6. Likes de Instagram, Twitter, Facebook… como modo de vida, sin olvidar la cantidad de filtros para “encajar” en una sociedad básica, cutre y sin principios…
Podríamos seguir hasta la saciedad, pues, aunque no toda nuestra sociedad está inmersa en las tecnologías, el 80 % de la misma asegura tener una adicción con el móvil y no sabría vivir sin él. Y así estamos educando a las generaciones futuras, absortos en una pantalla.
No permitas que un aparato electrónico te aísle socialmente. Habla con la persona que tienes a tu lado y olvídate de enviarle un meme. Díselo, lo tienes justo a tu lado. Si estás en la playa, disfruta el paisaje, date un baño, levántate y ve a la orilla. Olvida el móvil. Si estás en un cumpleaños, pasa tiempo con la persona que se ha tomado la molestia en invitarte y pasar tiempo contigo. Olvida el móvil.
Pasa tiempo de calidad con las personas que quieres y utiliza las nuevas tecnologías en su justa medida porque el exceso de cualquier objeto, no es sano.
‘Nos vemos en septiembre!
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