AstraZeneca ha confirmado, a través de documentos judiciales, que su vacuna desarrollada junto a la Universidad de Oxford "puede, en casos muy raros, causar TTS (síndrome de trombosis con trombocitopenia)". Esta declaración surge en medio de varias demandas colectivas que acusan a la vacuna de causar "muertes y lesiones graves en decenas de casos".
El reconocimiento de la posible relación entre la vacuna y el TTS se hizo oficial en un documento legal presentado ante el Tribunal Superior en febrero. Actualmente, hay 51 casos en proceso judicial, donde las víctimas y sus familias solicitan compensaciones que podrían ascender hasta los 100 millones de libras esterlinas.
El gigante farmacéutico especificó en febrero que "
Se admite que la vacuna AZ puede, en casos muy raros, causar TTS". Además, aclara que "el mecanismo causal se desconoce" y que el TTS "también puede ocurrir en ausencia de la vacuna AZ (o cualquier vacuna)", lo cual indica que la causalidad en cada caso concreto necesitará ser probada por expertos.
En marzo de 2021, un año después del inicio de la pandemia, los científicos vincularon por primera vez la vacuna a la trombocitopenia y a las trombosis inmunitarias inducidas por vacunas (VITT), destacando los riesgos, aunque muy raros, asociados al uso de Vaxzevria, el nombre comercial de la vacuna de AstraZeneca.
Entre los
efectos adversos reportados, los más comunes incluyen sensibilidad, dolor, y fiebre en el sitio de inyección, mientras que los eventos más graves, aunque extremadamente raros, como coágulos sanguíneos en el cerebro y otros órganos, y disminución severa del número de plaquetas, subrayan la importancia de la vigilancia continua post-vacunación. AstraZeneca, a pesar de los desafíos legales, sigue defendiendo el perfil de seguridad y eficacia de su vacuna.