Una patera de madera alcanzaba poco después del mediodía la playa de Zahora. La embarcación, con unas cincuenta personas abordo, todas ellas de origen magrebí, llegaba a la orilla justo debajo del popular chiringuito Sajorami Beach.
Una vez en tierra, los migrantes emprendieron en su mayoría una desesperada huída de la que fueron testigo los usuarios de la playa perteneciente al término municipal de Barbate. Eso sí, los menores decidieron quedarse en espera de la llegada de las fuerzas de seguridad.
A la zona se desplazaron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local, al tiempo que se requirió la presencia de una ambulancia del Servicio de Urgencias y Emergencias Sanitarias (061) porque uno de los menores estaba enfermo, aunque aún se desconoce qué tipo de dolencias presentaba. Lo único que podemos decir es que tuvo que ser atendido de inmediato. De momento apenas media docena de personas están en manos de las fuerzas de seguridad, aunque continúa la búsqueda del resto de migrantes que huyeron antes de su llegada.
Aunque en voz baja, miembros de las fuerzas de seguridad y del propio Ayuntamiento señalan que esperan que en los próximos días aumente el número de llegada de este tipo de embarcaciones como consecuencia directa del terremoto que asoló parte de Marruecos este pasado fin de semana causando cerca de tres mil víctimas y dejando sin hogar a otras miles de personas. De hecho, los primeros indicios parecen indicar que los migrantes de esta patera que ha estado casi cuatro días navegando, provienen de la zona afectada por el seísmo.
Según fuentes presentes en la playa, los migrantes han llegado a abonar hasta 3.500 euros por este viaje desde Marruecos a España a bordo de una embarcación de madera que al parecer ha sido robada porque por sus características parece formar parte de una flota pesquera como barco de luz.
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